Crisis en la construcción: el freno de inversiones y la caída de la demanda golpean a los fabricantes de insumos en Tucumán

Empresas del sector afrontan la contracción de proyectos inmobiliarios privados y la pérdida de impulso en la venta de materiales. El Procrear II se convirtió en el único motor activo en la provincia.

Construcción. Construcción.

La cadena de la construcción es uno de los sectores afectados por el estancamiento de la economía nacional, marcada por la caída del consumo, el incremento de los costos internos y las altas tasas de crédito, entre otros factores. Dentro de esta actividad, las empresas que fabrican insumos atraviesan un escenario complicado debido al declive de la demanda, producto del freno en los proyectos de desarrollo inmobiliario en Tucumán.

Las empresas locales afrontan una baja en la comercialización. Como referencia, el Índice Construya (IC), que mide los volúmenes vendidos al sector privado de productos para la construcción de las grandes compañías del país, registró en agosto un descenso del 8,59 % en términos mensuales desestacionalizados y del 5,5 % en la comparación interanual. Aunque el acumulado enero-agosto cerró 6,9% por encima del mismo período del año anterior.

Es más, si no fuera por la reactivación del plan Procrear II por parte del Gobierno provincial, los fabricantes de insumos habrían afrontado un contexto aún peor. “Se espera una mejora a partir de la construcción de viviendas, con el inicio unas 570 unidades y otros programas más. Mientras que desde Nación hay limitaciones, lo que no posibilita que vendamos nuestros insumos en el ámbito provincial y fuera del territorio”, expresó Daniel Bollero, representante de la Asociación de Fabricantes de Insumos para la Construcción.

El directivo remarcó que muchas empresas “la están pasando mal en lo financiero” o ya piensan en la diversificación como alternativa, es decir, en otras líneas de negocio. A ello se suman las complicaciones para sostener el personal.

“Los proyectos privados de construcción cayeron muchísimo porque no hay financiamiento. Hoy, meterse en una tasa del 50% o 60%, considerada como barata, es una muerte. Entonces, las iniciativas particulares están a la espera de cambios. También afecta a aquella planta que esté pensando en hacer una inversión”, expresó el propietario de la firma Instelec.

En los últimos dos meses, la demanda de insumos para la construcción mostró una pérdida de impulso. Hasta junio, el sector mantenía una recuperación con una desaceleración moderada, pero en julio y agosto la tendencia se revirtió, dando lugar a una contracción.  En agosto, los despachos de materiales fueron inferiores en términos interanuales, marcando la primera caída de este tipo en siete meses. Los cambios en las variables macroeconómicas a partir de junio, especialmente por el aumento de la tasa de interés, comenzó a impactar negativamente en la dinámica sectorial, según informaron en el Grupo Construya.

Bajo esa coyuntura, la empresaria Sonia Mochón (Vidrial) hizo hincapié en la baja actividad, las dificultades de financiamiento y un panorama económico incierto. "El mercado, dentro de lo macroeconómico, está hoy menos fluctuante, especialmente en términos de inflación. Eso colabora para mejorar los precios y establecer un parámetro más competitivo", señaló. Sin embargo, advirtió que es necesario “activar la microeconomía”.

“Desde el ámbito de la construcción, eso es sumamente necesario porque permitiría reactivar muchas actividades paralelas: no solo vinculadas a la obra en sí, sino también a la fabricación de insumos", expresó.

Consultada sobre el efecto del tipo de cambio, Mochón no dudó: "Por supuesto que el aumento del dólar siempre incide en los costos. El mercado inmobiliario, en general, se basa en dólares".

En línea de su par Bollero, destacó el rol del Procrear II como medida de contención en Tucumán. "La activación de la obra es un salvataje, implica mano de obra empleada y mayor movimiento comercial, tanto en la construcción como en otros rubros".

La otra cara de la moneda son los desarrollos inmobiliarios privados, y ahí el panorama es más difícil. “El financiamiento sigue siendo muy caro. Esta semana, por ejemplo, se ofrecía una tasa de UVA más un 15%, lo cual hace que no sea conveniente financiar obras a futuro", enfatizó.

La industria nacional

Al final, planteó que “necesitamos herramientas en la microeconomía que nos permitan pilotear esta crisis con agilidad”. “Tenemos que ser competitivos, pero también debemos defender la industria nacional. Sabemos que con la apertura de importaciones entrará mucha mercadería del exterior, aunque como país tenemos que evaluar cómo sostenemos a la industria de origen. Se requiere una normativa que acompañe, tanto en lo laboral como en la formación de precios".

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