Atucha II. Na-sa.com.ar
Tras la presentación del Presupuesto 2026, el gobierno de Javier Milei confirmó este martes que iniciará el proceso de privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), la empresa estatal que opera las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. La medida se formalizará mediante un decreto, según anunció el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa desde Casa Rosada.
NASA fue incluida en la lista de empresas privatizables establecida por la Ley Bases aprobada en 2024, y su valuación estimada oscila entre los U$S560 millones y U$S1.000 millones. Actualmente, la compañía está controlada por el Ministerio de Economía nacional (79%), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA, 20%) y Energía Argentina SA (Enarsa, 1%).
Adorni detalló que el proceso contempla la venta del 44% de las acciones en bloque a través de una licitación pública nacional e internacional. A su vez, se implementará un programa de propiedad participada para empleados, con hasta un 5% del capital accionario. El Estado nacional mantendrá el 51% restante, consignó el diario "Ámbito".
Las tres centrales que administra NASA tienen una potencia instalada combinada de 1.763 MW y generan alrededor del 7% de la energía eléctrica consumida en el país. A diferencia de muchas otras empresas públicas, NASA presenta resultados positivos: en el primer trimestre del año registró un superávit financiero de $17.234 millones, y en el primer semestre de 2025 alcanzó un resultado operativo de $103.267 millones.
En la administración libertaria señalaron que la decisión responde a los lineamientos del plan nuclear nacional, a cargo de Damián Reidel, que busca fomentar la participación privada en el sector. Entre los objetivos se destacan la construcción del primer reactor modular argentino, la extensión de vida útil de las centrales existentes y el impulso a la minería de uranio.
En línea con este cambio de enfoque, en el gobierno de Milei destacaron que en 2024 NASA no recibió transferencias de capital no reintegrables por parte del Estado, a diferencia de 2023, cuando obtuvo $700 millones (equivalentes a unos U$S2 millones en noviembre de ese año). Esta modificación en el esquema de financiamiento apunta a una mayor apertura al capital privado.
Un comunicado oficial remarcó que la incorporación de inversión privada es fundamental para ampliar el acceso a financiamiento, diversificar riesgos y asegurar la continuidad operativa en condiciones más eficientes y competitivas. En ese marco, se prevé destinar recursos a proyectos estratégicos como la extensión de vida de Atucha I —con reinserción prevista en el mercado para 2027— y la puesta en marcha del segundo módulo de Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados (Asecg II).
Adorni subrayó que la privatización de NASA se enmarca en una política más amplia: “Todas las empresas públicas están sometidas a un proceso de irremediable privatización”.







