ACOMPAÑADO. Miguel Angel Russo junto con Rodríguez, uno de sus asistentes.
Hoy desde las 17.30, Boca Juniors enfrentará a Rosario Central en el “Gigante de Arroyito” por la octava fecha del Torneo Clausura. Más allá de lo deportivo, el encuentro estará marcado por la presencia de Miguel Ángel Russo en el banco “xeneize”, apenas días después de recibir el alta médica tras una infección urinaria que lo obligó a permanecer internado en el sanatorio Fleni.
El entrenador, de 69 años, volvió a dirigir las prácticas el jueves y decidió acompañar a la delegación rumbo a Rosario. Fiel a su estilo, pidió viajar junto al plantel en avión y no en auto particular, como le habían sugerido. Vestido de negro y con paso firme, Russo ingresó al hotel de concentración recibiendo el aplauso de cerca de mil hinchas que se acercaron a saludar a los jugadores. “Gracias, Miguel”, se escuchó repetidamente en la puerta del Puerto Nuevo, en una especie de reconocimiento que también se replicará entre los simpatizantes “canallas”, que lo recuerdan por sus cinco etapas en el club y el título de la Copa de la Liga 2023.
En cuanto al armado del equipo, la principal incógnita está en el arco: Agustín Marchesín será exigido en la entrada en calor y, si no está en condiciones, su lugar lo ocupará Leandro Brey. El resto serían los mismos once que derrotaron a Aldosivi: Barinaga, Di Lollo, Costa y Blanco en la defensa; Aguirre, Paredes, Battaglia y Palacios en el medio; Merentiel y Cavani como dupla ofensiva.
El partido promete un marco especial, no sólo por el regreso de Russo al Gigante, sino también porque Boca necesita sumar para escalar en la tabla anual y pelear por un cupo a la próxima Copa Libertadores.







