BCRA
Luego de que el Tesoro lograra un exitoso rollover del 91% en la última licitación de deuda en pesos y tras un ensayo de tasas más bajas en las operaciones de mercado, el Banco Central (BCRA) ultima detalles para flexibilizar el régimen de encajes bancarios, confirmaron fuentes del sector financiero y del equipo económico.
Según consignó el diario "Ámbito", funcionarios del BCRA hicieron llegar, a través de canales informales, señales de distensión a entidades financieras, anticipando que están evaluando relajar el duro apretón monetario implementado semanas atrás.
Uno de los cambios que se evalúan es que el cómputo del efectivo mínimo deje de hacerse de manera diaria -como fue dispuesto recientemente- y pase a calcularse como promedio de los últimos tres días. Esta posibilidad genera expectativas positivas entre los banqueros, que ven con buenos ojos una moderación del ajuste sin señales de impacto inmediato sobre el dólar.
Giro en la política monetaria
Este posible giro en la política monetaria ya tuvo un anticipo esta semana, cuando el BCRA redujo progresivamente la tasa de absorción de pesos en la rueda de simultáneas de BYMA, del 45% el lunes al 35% el miércoles. Una señal interpretada por analistas como un intento de construir una “tasa de política monetaria de facto”, según apuntó la consultora 1816.
La medida se da en un contexto donde el Gobierno busca alivianar el costo financiero sin comprometer la estabilidad cambiaria. Por el momento, la baja de tasas no generó presiones significativas sobre el dólar, lo cual fue leído como una oportunidad para seguir descomprimiendo gradualmente el apretón monetario.
Cabe recordar que, a principios de septiembre, el BCRA había elevado los encajes al 53,5%, el nivel más alto en 32 años, en una maniobra preventiva ante las elecciones legislativas en Buenos Aires. Aquella decisión, además de restringir la liquidez, había impulsado una suba en las tasas del sistema financiero.
Licitación exitosa y sin más presión
En la última licitación de deuda en pesos, el Tesoro no solo colocó $6,6 billones en nuevas Lecaps con tasas cercanas al 59%, sino que también logró refinanciar el 91,4% de los vencimientos, sin necesidad de subir encajes. El resultado fue interpretado como una validación de la estrategia de “testeo” de tasas más bajas, sin intervención directa en el mercado cambiario.
Economistas consultados señalan que el equipo económico buscó evaluar hasta dónde podía subir el dólar sin necesidad de vender divisas, como ocurrió antes de las elecciones. La demanda de cobertura no llevó a la moneda al techo de la banda cambiaria, lo que reforzó la hipótesis de una posible estabilización que permita avanzar con una política monetaria más laxa.
Aun así, advierten que una eventual mejora en la actividad económica a partir de la baja de tasas podría demorarse hasta después de las elecciones generales, cuando el panorama político sea más claro.
Rlación con los bancos
Aunque algunas entidades financieras recibieron mensajes informales sobre los cambios en puerta, Ámbito pudo confirmar que no hubo hasta ahora una reunión formal con los principales actores del sector para discutir las posibles modificaciones al régimen de encajes.
Las últimas reuniones entre el BCRA y los bancos se dieron en agosto. La primera, con más de 200 representantes del sistema, fue encabezada por Darío Stefanelli, gerente de Aplicaciones Normativas del BCRA. La segunda, más restringida, contó con la participación del presidente del Central, Santiago Bausili, y reunió a los principales jugadores del sector.
En ambos encuentros, los ejecutivos expresaron fuertes críticas a las recientes medidas, en especial al cambio en la medición diaria de los encajes, que generó tensiones operativas y financieras, publicó "Ámbito".






