APP INCLUSIVA. Mayte Calvert de Bohun, Micaela Bodner, Julieta Weber e Isabella Pesoba son el equipo que creó Neurolearning, pensada para niños con autismo. / CLARÍN
En el colegio ORT de Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, cuatro estudiantes de 16 años decidieron que su proyecto escolar no podía quedarse sólo en una nota final. Querían algo más grande, algo que tuviera impacto real. Así nació Neurolearning, una aplicación de juegos diseñada para niños con autismo.
La iniciativa fue presentada en la feria TIC Experience, donde alumnos de nivel secundario de esta institución muestran los proyectos que desarrollan durante el año. En medio de plataformas, inteligencia artificial y videojuegos, el stand de Mayte Calvert de Bohun, Micaela Bodner, Julieta Weber e Isabella Pesoba llamó la atención por su objetivo social y su enfoque inclusivo.
La app está pensada para niños de entre 5 y 9 años y reúne seis juegos clásicos (como Memotest, Ta-Te-Ti o Simón Dice) adaptados para estimular el aprendizaje, el reconocimiento de emociones y la atención. Cada actividad incluye un apoyo visual para evitar la sobreestimulación y facilitar la comprensión.
INNOVACIÓN TECNOLÓGICA. El proyecto será probado en instituciones educativas antes de fin de año. / CLARIN
Una apuesta con perspectiva social
El proyecto se gestó durante las jornadas “Empatizando”, organizadas por la escuela para acercar a los estudiantes a diferentes realidades sociales. Allí, las cuatro chicas conocieron más sobre el trastorno del espectro autista (TEA) y decidieron enfocar su trabajo en esa problemática. Para avanzar, se vincularon con la Agrupación TGD Padres CABA, que les dio pautas y consejos.
El proyecto también destaca porque fue diseñado íntegramente por mujeres en un área donde predominan los varones. Las estudiantes combinaron programación, diseño y hardware para lograr un producto final que hoy genera orgullo en su comunidad y repercusión fuera de la escuela.
El próximo paso será validar la aplicación en instituciones educativas antes de fin de año. Mientras tanto, la viralización de Neurolearning en redes muestra cómo una idea nacida en un aula puede trascender y abrir caminos hacia una tecnología más inclusiva.






