Una foto en el fondo del micro rumbo al Monumental de Guayaquil marcó la despedida. Rodrigo De Paul acompañó la selfie con Nicolás Otamendi con una frase cargada de afecto: "Como el primer día, con tu mate súper caído y siempre listos para cada batalla. Te amo hermanito". Esa imagen se transformó en el símbolo del adiós del histórico defensor en Eliminatorias.
Ya tras el 3-0 frente a Venezuela, Otamendi había deslizado que ese encuentro sería su último oficial en suelo argentino. Reconoció que "ha sido mi último partido oficial, si no hay otro, en Argentina" y que desde que llegó al predio se preparó mentalmente para disfrutar sabiendo que su familia lo acompañaría en un estadio colmado. Así comenzó a vivir su despedida.
Con 37 años, el zaguero encara sus últimos pasos. Lionel Scaloni lo adelantó en la previa al viaje a Ecuador: "Otamendi merece el reconocimiento, mañana será capitán sin dudas". El entrenador le dio así un homenaje anticipado a quien fue líder y referente del ciclo.
El mensaje de De Paul le puso todavía más emoción al momento. No solo se trata de compañeros en la Selección desde 2018, sino de un lazo que comenzó antes. Entre 2014 y 2015 compartieron plantel en Valencia, con 25 partidos juntos en España. Ese vínculo resurgió en la Scaloneta y ahora se convirtió en una despedida fraterna.
Despedida con historia
El afecto entre ambos refleja lo que Otamendi deja en el grupo: un legado de lucha, compromiso y liderazgo que quedará marcado en la camiseta albiceleste.






