Procesaron a un tucumano por transporte de éxtasis

El acusado formaba parte de una banda que operaba en Jujuy. Las pastillas eran enviadas desde Córdoba por encomienda.

ESCUCHANDO LOS PLANTEOS. En la audiencia se ventilaron algunos detalles sobre cómo operaba la banda que comercializaba éxtasis. ESCUCHANDO LOS PLANTEOS. En la audiencia se ventilaron algunos detalles sobre cómo operaba la banda que comercializaba éxtasis.

Un tucumano fue procesado por ser miembro de una organización que se dedicaría al transporte y comercialización de éxtasis a nivel nacional, pero seguirá la causa en libertad por un novedoso planteo realizado por su defensor. El caso tiene dos particularidades. La primera, que la base de operaciones del grupo estaba en Córdoba y que era liderada por jujeños que residen en esa provincia. La otra, que la droga se enviaba a diferentes jurisdicciones por encomiendas, sistema que es cada vez más utilizado por los narcos por la falta de controles a lo largo y ancho del país.

El martes, Gastón Bernabé Morales González se presentó en una empresa de transporte de encomiendas. Exhibió su documento nacional de identidad y, cuando terminó de recibir una caja pequeña de manos de los empleados del lugar, efectivos de la Policía Federal lo detuvieron. En el interior había 200 pastillas de éxtasis.

Casi de manera simultánea, fueron arrestados en Córdoba Jorge Tirado Yelma y Fernanda del Rosario Ticona Severich y, en Jujuy, Juan José Vázquez, señalado como el presunto líder de la banda.

En nuestra provincia, los federales allanaron la casa del acusado. Según informaron fuentes judiciales, encontraron unos 50 gramos de flores de marihuana, tierra preparada para el cultivo de cannabis y fertilizantes. Los pesquisas también se presentaron en los domicilios de los otros acusados, donde habrían secuestrado más droga, pero no se informó sobre el tipo ni la cantidad.

Detalles del caso

La investigación se abrió con la declaración de un joven que había sido detenido por comercializar éxtasis en Jujuy. El acusado, se transformó en testigo arrepentido y aseguró que él le compraba a Vázquez la droga. Los funcionarios judiciales comenzaron con la pesquisa y, después de identificar debidamente al señalado, comenzaron a investigarlo.

En principio, Vázquez recibía las pastillas que Tirado Yelma le enviaba desde Córdoba por encomienda. Con el material estupefaciente en su poder, habría montado una red de distribución y comercialización de esta sustancia.

Además de ofrecerlos por las redes sociales, contaba con personas que prestaban su nombre para que se las enviara por encomienda una vez que cerraba la operación. Podrían haber cumplido ese rol Morales González y la única joven detenida.

Las autoridades confirmaron que el acusado Tirado Yelman habría despachado en los últimos tiempos al menos siete encomiendas a distintas provincias. No se sabe la cantidad exacta, pero teniendo en cuenta las 200 pastillas encontradas en un solo envío, no descartan que hayan sido al menos 1.500 las que envió en los últimos meses.

Según la tabla de valores de las drogas que elaboró en marzo pasado Gendarmería Nacional, cada gragea tiene un costo en el NOA de U$S35, por lo que en las calles se podrían obtener U$S525.000.

Cabos sueltos

Hay muchos datos que todavía no trascendieron o no fueron confirmados por las autoridades. Uno de los más importantes es cómo conseguía las dosis para luego comercializar. Está casi totalmente descartado que las haya producido. La duda es determinar si compraban “al por mayor” en Córdoba o las ingresaban desde Bolivia y hacían una importante y compleja triangulación logística para evitar ser descubiertos.

Justamente, agencias antinarcóticos de Estados Unidos desde hace varios años vienen advirtiendo de que cárteles mexicanos se instalaron en el vecino país para manejar el tráfico de cocaína y establecer laboratorios en los que elaboran drogas sintéticas.

Hace menos de dos meses, por una investigación iniciada en Misiones por el hallazgo de 500 ampollas de fentanilo, personal de Gendarmería Nacional allanó en Jujuy una farmacia y un local comercial donde, supuestamente, se podría haber acopiado el opioide que luego era transportado a diferentes provincias vía encomienda.

Una audiencia

El viernes por la tarde se realizó la audiencia de formulación de cargos en contra de los cuatro imputados, debate que no pudo ser presenciado por LA GACETA por resolución de Esteban Hansen, juez federal de Jujuy, pese a que las audiencias son públicas. Incluso, un funcionario judicial pretendió que el periodista le informara quién le había proporcionado el link para que ingresara a la sala virtual, violando los derechos constitucionales de preservar la identidad de la fuente.

Más allá de este inconveniente, se pudo establecer que la fiscala federal de Jujuy Lucía Orsetti pidió la prisión preventiva para los cuatro acusados hasta febrero del 2026, sosteniendo que se trataba de una organización que se dedicaba al tráfico y comercialización de éxtasis.

Aníbal Paz, defensor de Morales González, se opuso al planteo argumentando que su asistido era un mero consumidor y que no había ningún tipo de prueba que lo incriminen en la comercialización de la sustancia.

“Es un técnico universitario que realiza diferentes tareas, cuenta con arraigo y, además, no tiene antecedentes. No hay un mensaje ni una escucha que sirva para demostrar que él estuvo vinculado a la venta de éxtasis”, sostuvo.

Finalmente, el juez Hansen le dio la razón al defensor en cuanto a que recupere su libertad, pero deberá afrontar cargos por transporte de droga. La misma resolución dictó para la joven jujeña. A los otros dos señalados dispuso la prisión preventiva, tal como lo había solicitado la representante del Ministerio Público.

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