Las tropas están listas y desplegadas. La batalla electoral del 26 de octubre se aproxima y las distintas facciones comienzan a medir sus fuerzas. Hay tres puntos especiales marcados en los mapas tácticos del oficialismo tucumano: los municipios de Yerba Buena, Concepción y Bella Vista.
Se trata de los territorios “isla” que permanecen gobernados por la oposición y que vienen resistiendo ante la marea oficialista que cubre Tucumán.
El peronismo ve, sin embargo, una puerta entreabierta en esos distritos para lograr una buena performance. Si bien la mayor parte de los electorados locales no son afines al justicialismo, la situación de parte de la oposición en la provincia genera expectativas en la Casa de Gobierno. En realidad, en los despachos del poder ven esta oportunidad para comenzar a proyectar el tan ansiado 2027 y aspirar a recuperar el control en esos gobiernos.
Las ciudades observadas tienen una historia en común al inicio de las gestiones. Las autoridades de las tres administraciones tienen origen en la UCR y llegaron al poder de la mano del desaparecido Juntos por el Cambio (JxC). Por la implosión del espacio tras los comicios de 2023, los vaivenes en las relaciones políticas y las internas en el radicalismo, pasaron de integrar el mismo espacio a tener rumbos distintos.
Yerba Buena y Concepción están en manos de dos líneas distintas de la UCR. Mientras que Bella Vista se tiñó de violeta y es la única jurisdicción provincial con una intendenta que adhiere a La Libertad Avanza (LLA).
La estrategia justicialista
Dirigentes del PJ de los lugares en cuestión dieron cuenta del plan oficialista y todos remiten a un nombre: Darío Monteros. El ministro del Interior y uno de los hombres fuertes del jaldismo tiene a su cargo, lógicamente, el grueso de la estrategia territorial en los municipios y las comunas. Habría asumido especialmente la responsabilidad de trabajar en los tres territorios hostiles y coordinar las acciones de campaña.
La idea central fue reunir a los principales referentes locales, sobre todo los “institucionales”, y partir de allí avanzar con el resto. Se habrían distribuido no sólo tareas sino también compromisos de apoyo para las provinciales. Sucede que muchos de los involucrados tienen aspiraciones para, dentro de dos años, candidatearse para ser intendentes o renovar bancas en la Cámara o en los concejos deliberantes.
Cuentan que el bandeño lleva un mensaje claro del gobernador Osvaldo Jaldo: hay que aportar votos para que la lista del frente Tucumán Primero gane muy bien y hay que mejorar sustancialmente los rendimientos en esos puntos disidentes. Afirman que, planilla en mano, el lunes 27 el mandatario sabrá quiénes trabajaron, quiénes lo hicieron a medias y quiénes no. Esto sentará las bases para la planificación de las próximas elecciones.
El oficialismo tiene entonces el desafío de articular no sólo la maquinaria territorial y los recursos, sino también los acuerdos internos a corto y largo plazo.
Escenarios locales
El armado de JxC, cuya columna principal era la UCR, había sufrido un golpe letal al perder San Miguel de Tucumán en 2023, en la última contienda provincial. El PJ se impuso y sentó a Rossana Chahla en la intendencia. Era el espacio de poder más grande con el que contaban. Si bien estaba en manos de la rama del alfarismo, pesaba en tiempos electorales porque estaban en la misma vereda.
Los tres municipios que quedaron en el plano disidente son una muestra de la crisis y fragmentación opositora que dejó la ascensión de LLA al poder nacional. Una situación que beneficia ampliamente al peronismo no sólo ahora sino también para lo que vendrá.
El caso de Concepción es particular. Se trata del bastión de Roberto Sánchez, ex intendente y el candidato principal de Unidos por Tucumán. La intendencia está encabezada por su sucesor Alejandro Molinuevo. Un dato que no escapa a la Casa de Gobierno es que la hermana del jefe municipal, Soledad Molinuevo, es la segunda candidata en la lista de LLA. En el oficialismo están convencidos de que el jefe municipal apoyaría también a su familiar de manera subterránea.
En Unidos por Tucumán descartan esta posibilidad de plano y consideran que el impacto de la inclusión de la abogada como postulante de Javier Milei será mínimo en ese municipio porque desde hace años que no vive en el lugar. Aseguran que los vecinos de la zona entienden que Molinuevo es una continuidad de Sánchez, con una impronta propia, y que cuentan con el aval social. Además, confían en la estructura que tienen en todo el departamento y sus alrededores y consideran que tendrán buenos resultados.
En la sede de 25 de Mayo y San Martín están muy interesados en cómo se comportará la dirigencia local y el electorado. Aseguran que el gobernador monitorea especialmente la situación y, mucho más, después de la presentación de Sánchez contra su candidatura.
Monteros hace pie en esa ciudad mediante dos figuras: Raúl Albarracín, el secretario de Gobierno y ex candidato a intendente, y el legislador Carlos Funez. Además, están los concejales. Llevan adelante actos y acciones proselitistas.
En el caso de Yerba Buena hay tres aspectos clave. El primero es que el jefe político local, el diputado Mariano Campero, avisó que los integrantes de su partido Cambia Tucumán no pelearán en esta batalla. Integrante del interbloque de LLA y enfrentado con el oficialismo radical nacional, mantiene diferencias con Sánchez.
Si bien acompaña al Gobierno nacional, en su entorno son críticos con el líder de la LLA en Tucumán, el vicejefe de Gabinete nacional Lisandro Catalán. Comenzaron a cuestionar algunos aspectos de las políticas de la Rosada porque entienden que “todo lo que hicieron en la macroeconomía les falta en la política”. Campero promovía una unidad en la oposición, aunque la estrategia de LLA era ir sin alianzas en la provincia.
LLA local espera una buena elección en el municipio que gobierna el camperista Pablo Macchiarola y, a regañadientes, también el espacio de Sánchez cree que el mileísmo captará un caudal importante de votos yerbabuenenses.
En Unidos por Tucumán no descartan contar con el apoyo de algunos dirigentes camperistas porque los espacios mantienen vasos conductores, más allá del divorcio Sánchez y Campero.
¿Cómo se dividirán los votos del oficialismo municipal? La fragmentación de la oposición hace que esa sea una gran incógnita. Y de allí deriva el segundo punto. CREO, que integra el espectro opositor, tiene su máxima fortaleza en Yerba Buena y se espera que atraiga votos del mismo perfil de votante que LLA y que Unidos por Tucumán. A esto se suma también el electorado en esa jurisdicción de Fuerza Republicana y el que pueda adherir al ex legislador Silvio Bellomío.
El tercer punto no es nada menor y está en el peronismo. Por primera vez en años, los máximos representantes locales se unieron. A instancias de la convocatoria de Jaldo y Monteros, están trabajando en conjunto. Pretenden capitalizar la no participación de Campero y la dispersión del resto.
Al elenco estable del pejota se sumó la nueva incorporación del oficialismo. Martín Viola lleva adelante las capacitaciones por la Boleta Única y oficia de coordinador de actividades. Entre los principales referentes asociados Marcelo Albaca, Walter “Kabuby” Araoz, Raúl Ferrazano, Lorenna Cuba y Daniel Toledo, entre otros.
El que no se sumó es Alejandro Sangenis, aunque recibió llamados de varios ministros. El dirigente se excusó porque está abocado al trabajo político y territorial de la Capital, donde se desempeña como subsecretario de Gobierno. Su esposa, la concejal Gabriela Garolera, está apoyando a la lista de Tucumán Primero desde el chahalismo de Yerba Buena.
Todos advierten que esta foto es para esta elección, pero ven muy difícil que se mantenga para el 27.
En Bella Vista, la intendenta Ana Paula Quiles está en LLA. El jefe político del municipio, su esposo Sebastián Salazar es el titular de la Regional Norte de la Anses. De la mano de Catalán, dieron el salto desde el radicalismo, porque mantenían diferencias con la dirigencia. Si bien Salazar estaba cerca de Campero, decidió pasar a las filas libertarias.
En todos los espacios consideran que por la gestión y el apoyo local, LLA podría tener buenos números allí.
En el peronismo se apoyan en el secretario de Municipios y Grandes Comunas, Marcelo Santilán, y en su esposa, la concejal Silvana Heredia. Vienen manteniendo reuniones y organizando la campaña.
Las tropas están listas y desplegadas. La batalla electoral del 26 de octubre se aproxima. Pronto se sabrá si el peronismo logrará derribar parte del cerco opositor o si esas tres islas seguirán resistiendo las olas de un mar oficialista.






