Augusto Núñez brilló en el final y se coronó campeón del Abierto del Norte de Golf

El golfista de 32 años jugó en gran nivel el último día, donde logró siete birdies y un águila, para relegar al rosarino Franco Romero.

PURA FELICIDAD. Augusto Núñez, que hoy viajará rumbo a Estados Unidos para continuar jugando en el Korn Ferry Tour, muestra orgulloso la copa del Abierto del Norte que ganó por segunda vez. PURA FELICIDAD. Augusto Núñez, que hoy viajará rumbo a Estados Unidos para continuar jugando en el Korn Ferry Tour, muestra orgulloso la copa del Abierto del Norte que ganó por segunda vez.

El golf tucumano vivió un fin de semana inolvidable en el Country del Jockey Club. La edición 58 del Abierto del Norte de Golf se cerró con la coronación de Augusto Núñez, que firmó una actuación memorable y se consagró campeón por segunda vez en su carrera en este torneo icónico. Con un golf de altísimo nivel, el jugador de 32 años no sólo hizo vibrar al público, sino que dejó claro que atraviesa un excelente presente.

“Estoy muy feliz, disfrutando de este gran momento junto a mi familia y a mi hija Luján”, confesó el flamante campeón, conmovido, mientras recibía abrazos y felicitaciones de amigos, allegados y fanáticos que lo acompañaron hasta el último hoyo.

Núñez alcanzó la gloria con una tarjeta final de 62 golpes en la cuarta vuelta, producto de siete birdies y un águila que desataron la ovación de los presentes. Con ese registro, completó el certamen con 265 impactos (-19), superando por dos golpes al rosarino Franco Romero y relegando al bonaerense Andrés Gallegos al tercer lugar con 268.

El tucumano había comenzado el día tres golpes por detrás de Romero, líder parcial. Sin embargo, la confianza fue creciendo hoyo a hoyo. En el 8 alcanzó la cima del tablero y desde entonces no la soltó más. El momento bisagra llegó en el 10, cuando embocó para águila desde 20 yardas y, como él mismo reconoció, entendió que era un día destinado a marcar la diferencia.

“Venía pegando bien toda la semana, pero por poco se me escapaban mejores resultados. Sabía que tarde o temprano iba a aparecer la vuelta ideal, pero sinceramente nunca me imaginé jugar de esta forma. Ese águila me dio la señal de que algo especial estaba ocurriendo”, relató.

Confianza y calma

Más allá de su nivel técnico, Núñez encontró en la serenidad la llave para sostener su rendimiento. “Sabía que iba a pelear el título. Me tenía mucha confianza, porque llegué al último día muy cerca de la punta. Además la presión juega para todos y esta vez estuve más relajado que en los días anteriores. Realmente disfruté mucho”, explicó.

Esa calma, sumada al respaldo de sus afectos, fue determinante. “Jugué muy relajado y dejé fluir mi juego. Fue muy importante el apoyo de mi familia, que me ha ayudado mucho. Aquí me vieron crecer y ganar este certamen es maravilloso”, dijo, con emoción, acompañado por su esposa Dina Díaz.

El Country del Jockey Club no es un terreno desconocido para Núñez, y él mismo lo admitió como un plus a su favor: “Conocer la cancha es una ventaja que tenemos los tucumanos. Yo paso más tiempo en Buenos Aires que en Tucumán, pero cada vez que puedo vengo, juego y disfruto mucho de estar acá. Creo que esto también fue muy importante en mi triunfo”.

Su vínculo con el público también tuvo un rol fundamental. Durante los cuatro días de competencia recibió muestras constantes de aliento que lo impulsaron a superar la presión. “Estoy muy contento por el apoyo que me dio el público. Sentí el cariño en cada golpe y eso se valora mucho”, subrayó.

El cierre del torneo dejó a Núñez en lo más alto, seguido de cerca por Romero y Gallegos, que hasta el final pelearon por el título. El tucumano Martín Contini, que había liderado durante las dos primeras rondas, cerró en la cuarta posición con 270 golpes. En el quinto puesto, con 271, empataron Nelson Ledesma, César Costilla y Franco Scorzato, tres jugadores de gran trayectoria que también animaron la competencia.

El torneo volvió a confirmar por qué es considerado uno de los más prestigiosos del calendario nacional, no sólo por el nivel de los jugadores, sino también por el clima que se genera entre el público y la organización.

El triunfo en el Abierto del Norte llega en un momento clave para Núñez, que mañana mismo viajará a Estados Unidos para continuar con su participación en el Korn Ferry Tour, el circuito de acceso al PGA Tour. Allí acumula cuatro Top 25 en la temporada y lleva pasados 15 cortes clasificatorios, además de haber sumado más de 100.000 dólares en premios.

Envión anímico

La experiencia internacional es un desafío permanente, pero el golfista tucumano sabe que el envión anímico de este triunfo puede ser determinante. “Este torneo me da mucha confianza para lo que viene. Estoy en un buen momento y quiero aprovecharlo al máximo”, aseguró.

El Abierto del Norte no es un certamen más para Núñez. Representa sus raíces, el lugar donde dio sus primeros pasos y el escenario donde hoy vuelve a brillar con madurez. Su primera victoria en este torneo había sido en 2021, y repetir la conquista lo llena de orgullo.

“Es algo muy especial. Ganar acá es distinto. Tiene un valor único porque aquí empecé, aquí crecí y aquí aprendí a amar este deporte. Por eso estoy tan feliz de volver a quedarme con el título”, destacó.

Con el sol cayendo sobre el country, Núñez levantó la copa entre aplausos, abrazos y sonrisas. El Abierto del Norte encontró en él a un campeón de jerarquía, pero sobre todo a un jugador que no olvida de dónde viene y que, aun con desafíos internacionales en el horizonte, sigue encontrando en su tierra un refugio emocional y deportivo.

 La edición 58 quedará en la memoria como la que vio a un tucumano volar más alto que nunca en su propia casa. Un torneo que se despidió con la certeza de que el golf, como la vida, tiene días en que todo fluye y la gloria se vuelve inevitable.

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