Atlético Tucumán lidera la Reserva y sueña con un futuro prometedor

Con 19 puntos y la delantera más goleadora de la zona B, el Decano vive un gran presente en la división Reserva. El proyecto de Hugo Colace entusiasma a hinchas y jugadores, que sueñan con llegar a los play off y proyectar juveniles a Primera.

Atlético Tucumán lidera la Reserva y sueña con un futuro prometedor
05 Septiembre 2025

Atlético vive un gran presente en la Reserva. Con 19 puntos, el “Decano” es el puntero de la zona B y ya logró superar su propia marca del Apertura, cuando había terminado con 18 unidades. Además, el equipo se convirtió en el más goleador del grupo, con 16 tantos a favor y apenas seis en contra. Ese rendimiento no solo genera confianza en los protagonistas, sino que también contagia a los hinchas, que cada vez en mayor número se acercan al Monumental José Fierro para seguir a los juveniles.

El trabajo como motor

El entrenador Hugo Colace, quien está al frente del proyecto, destaca que la clave pasa por la mentalidad colectiva. “La principal virtud es que los jugadores sueñen que se puede, mediante el trabajo profesional del día a día. Eso los lleva a la acción que los está impulsando y cristalizando en resultados”, señaló. Para el técnico, no se trata solo de estadísticas, sino de convicciones. “Soy un convencido de mi trabajo y una persona incansable e intensa. Por eso creo en este proyecto”, indicó.

Colace asegura que el objetivo inmediato es seguir creciendo, sin desviar el foco. “Seguimos siendo punteros y un partido no opaca el trabajo que están haciendo los chicos y el club. Los objetivos son claros: seguir creciendo y dejar a Atlético en lo más alto”, explicó.

En ese sentido, el técnico subrayó la importancia de hacerse fuertes en casa. “De local ganamos muchos más partidos de los que perdimos, y es hermoso que los chicos tengan esa atmósfera. Ojalá que en consecuencia de una buena campaña como la anterior y esta, suban muchos jugadores a primera”, auguró.

Un proyecto integral

La mirada de Colace también abarca al futuro del club. “Hay gran futuro en este club, solo hay que apretar y estar en los detalles que sigan puliendo a los jugadores para que estén preparados y jueguen en Primera pronto. El proyecto del club, San Andrés y los chicos lleva un proceso que ya empezó; ahora hay que esperar y seguir”, remarcó.

El entrenador es consciente del sacrificio personal que implica liderar este proceso. “Confío mucho en mi trabajo, me dedico a esto, dejo todo por el fútbol e incluso alejado de mi familia, así que voy siempre detrás de esos frutos”, confesó. Y de cara al próximo desafío, no dudó: “River va a ser un buen partido, un equipo con historia, pero hoy somos los punteros y vamos a seguir ese camino”.

La voz de los protagonistas

Dentro del plantel, los jugadores también reconocen la importancia de este presente. Carlos Abeldaño destacó el espíritu que se respira en el grupo.

“Buscamos clasificar a los playoffs. Tenemos fe en Dios que se nos dará, porque los chicos con los que comparto cada entrenamiento lo demuestran. Tienen unas ganas de ir y ganar todo, y es una cosa que admiro tanto de todos mis compañeros. Sería lo más lindo clasificar, y todos tenemos en claro que pasará. Cómo no soñar con llegar a una final y poder consagrarnos. El cuerpo técnico nos brinda todo, cada persona del club confía en nosotros y no pensamos defraudar. Tenemos fe de que todo irá por buen camino y saldremos adelante de la mano de Dios”, explicó.

Por su parte, Enrique Maza resaltó la madurez colectiva que alcanzó el equipo en este torneo. “Las principales virtudes desde mi punto de vista son la fortaleza colectiva y la actitud más competitiva que se notó en el grupo. Tenemos una defensa firme con un rendimiento parejo, es un equipo con carácter que sabe levantarse luego de un resultado desfavorable. Últimamente contamos con eficacia ofensiva y un plan de desarrollo estructurado que se nota en los trabajos de la semana. Somos un equipo humilde y muy unido, eso se nota en cada uno de los chicos”, expresó.

Una ilusión compartida

El presente de la Reserva se traduce en entusiasmo dentro y fuera de la cancha. Los hinchas, que antes solían mirar de reojo la competencia juvenil, hoy encuentran un motivo para llenar las tribunas del Monumental y acompañar a los futuros protagonistas del club.

El proyecto, que ya dio un salto respecto al Apertura, parece consolidarse como una cantera fértil para la Primera. La ilusión de los jugadores, el compromiso del cuerpo técnico y el respaldo de los hinchas forman un círculo virtuoso que sostiene el liderazgo de Atlético en la tabla.

El futuro inmediato plantea nuevos desafíos, como el duelo con River, pero la convicción es clara: el Decano quiere seguir siendo protagonista en la Reserva, apuntalando a sus juveniles para que el día de mañana se transformen en figuras de la máxima categoría.

Las figuras de la Reserva

Carlos Abeldaño se transformó en la carta de gol de la Reserva de Atlético. Con seis tantos en el Clausura, el delantero es una pesadilla para las defensas rivales. Potente y con un gran olfato de área, sabe imponerse en el juego físico y resulta una amenaza constante en las pelotas aéreas. Su formación en Vélez y Argentinos Juniors le dio la base para consolidarse en el “Decano”, donde en julio firmó su primer contrato profesional. Hoy disfruta de su mejor momento, decidido a ser protagonista y con el sueño latente de llegar pronto a Primera.

Enrique Maza atraviesa el punto más alto de su carrera en la Reserva. Con pasado en la Selección Sub-17, el arquero se consolidó gracias al trabajo intenso junto al plantel profesional y bajo la guía de Carlos Barrionuevo, entrenador de arqueros. Sus actuaciones recientes lo convirtieron en figura, atajando pelotas imposibles y hasta penales que marcaron la diferencia en partidos claves. Seguridad, reflejos y personalidad son las marcas registradas de un futbolista que se transformó en referente silencioso desde el arco. Hoy, cada encuentro es una oportunidad para demostrar que su futuro está muy cerca de la Primera.

La altura y la seguridad de Patricio Albornoz lo convirtieron en uno de los nombres destacados de la defensa de la Reserva. Fue clave en el empate frente a Talleres, donde mostró firmeza y carácter bajo los tres palos. En el último encuentro recibió cuatro goles, aunque ninguno de ellos fue su responsabilidad, lo que reforzó la confianza de sus compañeros y del cuerpo técnico. Su presencia en el área propia y su capacidad para anticipar marcan la diferencia. En crecimiento constante, Albornoz representa una pieza clave en la estructura del equipo de Hugo Colace.

Leonel Vega es el motor del mediocampo de Atlético. Con la capacidad de combinar marca y distribución, se convirtió en el “cerebro” de la Reserva. Dueño de un carácter fuerte, raspa cuando hace falta, pero también organiza el juego con visión y precisión. Ya formó parte de dos pretemporadas con el plantel profesional: primero bajo la conducción de la dupla compuesta por Favio Orsi y Sergio Gómez, y luego de la mano de Lucas Pusineri en Buenos Aires. Ese roce le dio confianza y hoy se lo ve consolidado, con presencia y liderazgo en cada partido. Vega es la apuesta de futuro para el mediocampo “decano”.

Rodrigo Granillo es sinónimo de desequilibrio en la ofensiva. Habilidoso, rápido y con gol, se consolidó como una de las figuras jóvenes de Atlético en este Clausura. Su mayor virtud es aparecer en los momentos calientes: en los últimos minutos suele ser determinante, con desbordes, gambetas y definiciones que cambian la historia de un partido. La confianza que ganó con su rendimiento lo llevó a ser un jugador de peso dentro del plantel. Granillo refleja la esencia de la cantera: talento, frescura y hambre de gloria.

Luciano Vallejo es el capitán silencioso de la defensa de la Reserva. Formado en Boca Juniors, encontró en Atlético el espacio para crecer y transformarse en líder. Con gran técnica y manejo de pelota, aporta salida clara desde el fondo y transmite seguridad en cada intervención. Su experiencia y personalidad lo llevaron a portar la cinta de capitán, un reconocimiento a su constancia y compromiso. Vallejo encarna al defensor moderno: firme en la marca, inteligente para anticipar y con capacidad para iniciar el juego. En el “Decano” lo ven como una pieza fundamental del presente y futuro.

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