
Extrañas protuberancias en animales rurales: la misteriosa plaga que alarma a los expertos
Una misteriosa plaga está afectando a la fauna de Estados Unidos: conejos con “tentáculos”, ciervos y ardillas con verrugas han generado alarma entre residentes y expertos, aunque los especialistas aseguran que no representa riesgo para humanos ni mascotas.
Extrañas protuberancias en animales rurales: la misteriosa plaga que alarma a los expertos

En el noreste de Estados Unidos, residentes rurales reportaron animales con protuberancias inusuales que generaron alarma: desde conejos con tentáculos hasta ciervos y ardillas con verrugas. Este fenómeno ha puesto en alerta a especialistas en fauna y sanidad animal, quienes explican de qué se trata y qué riesgos implica.
La aparición de animales afectados
En las últimas semanas, se registraron casos de animales con prominencias anormales para su especie: conejos con tentáculos, ardillas con verrugas y ciervos con protuberancias. Los vecinos compartieron imágenes de estos animales, que aunque parecen sacadas de una película de terror, son parte de la realidad que se vive en las zonas rurales del noreste estadounidense.
Según National Geographic, estos reportes se vienen documentando desde hace dos años, especialmente en áreas boscosas cercanas a Canadá. Las protuberancias se concentran en la cara y otras partes del cuerpo de los animales, y se relacionan con enfermedades propias de cada especie, causadas por virus específicos.
¿Qué virus los afecta?
Profesionales de sanidad animal explican que las protuberancias observadas en conejos, ardillas y ciervos se deben a viruela o fibromatosis, afecciones virales que, en la mayoría de los casos, no representan peligro grave para los animales. Kara Van Hoose, portavoz de Colorado Parks and Wildlife, señaló que aunque se han recibido más de cien reportes, aún es imposible determinar la cantidad exacta de animales afectados.
Síntomas y evolución de la enfermedad
Si bien las imágenes pueden impresionar, los expertos aclaran que los animales suelen recuperarse en cuatro a ocho semanas sin necesidad de tratamiento. Las protuberancias rara vez afectan órganos internos; lo más grave es que los animales puedan volverse letárgicos o debilitados durante el proceso.
¿Representa un riesgo para humanos y mascotas?
El virus afecta principalmente a conejos y ardillas y no se transmite a otras especies, incluidos perros, gatos o humanos. Sin embargo, se recomienda evitar el contacto directo con los animales contagiados y minimizar la exposición a lugares donde puedan concentrarse, como comederos de aves abiertos.







