Luego de que le diagnosticaran un cáncer terminal, se separó y vivió su sexualidad con más de 200 hombres

Tras recibir un diagnóstico de cáncer terminal, Molly Kochan decidió divorciarse y explorar su sexualidad sin restricciones, teniendo relaciones con más de 200 hombres y compartiendo su historia en el podcast “Dying for Sex”.

Luego de que le diagnosticaran un cáncer terminal, se separó y vivió su sexualidad con más de 200 hombres Luego de que le diagnosticaran un cáncer terminal, se separó y vivió su sexualidad con más de 200 hombres
26 Agosto 2025

Molly Kochan conmovió al mundo con su historia. Tras recibir la noticia de que le quedaba poco tiempo de vida debido a un cáncer terminal, tomó decisiones que sorprendieron a todos: se divorció, abandonó su vida convencional y emprendió un viaje de libertad sexual, en el que llegó a tener relaciones con más de 200 hombres.

“El sexo era mi modo de existencia”, confesaba sin pudor. Su experiencia quedó registrada en el podcast Dying for Sex, que luego fue adaptado a la pantalla, mostrando cómo la cercanía de la muerte la llevó a desafiar tabúes y vivir intensamente, sin preocuparse por el juicio ajeno.

Un diagnóstico que cambió su vida

A los 38 años, Molly enfrentaba una recaída de cáncer de mama con metástasis cerebral. La “normalidad” de su matrimonio y la rutina cotidiana quedaron atrás, y la muerte se asomaba en el horizonte. Frente a esta realidad, la educadora infantil, esposa y madre transformó su miedo en una búsqueda de plenitud.

El divorcio fue una consecuencia directa del diagnóstico. “No es culpa tuya ni mía —le dijo su esposo mientras firmaban los papeles—. Simplemente, no podemos con esto”, relató Molly. Para ella, la ruptura significó la apertura a un abismo inexplorado, donde debía decidir cómo vivir lo que le quedaba de vida.

Sexo, enfermedad y urgencia de vivir

A partir de ese momento, Molly emprendió una odisea sexual con más de 200 hombres, usando aplicaciones de citas y una honestidad radical sobre su condición. “Quería sentirme deseada, libre y presente. No me importaba si me juzgaban o me llamaban loca. Tenía miedo de salir de este mundo sin haber sentido todo lo que podía sentir”, explicó.

Las citas se desarrollaban en hoteles económicos, departamentos alquilados o incluso en su propio coche. El relato, íntimo y sin filtros, se plasmó en el podcast “Dying for Sex”, conducido por su amiga Nikki Boyer, donde Molly abordaba la vergüenza, el deseo y los límites que su cuerpo enfermo le imponía.

“El sexo se convirtió en mi modo de existencia. Si el placer era lo único que podía controlar, me aferraría a él con uñas y dientes”, confesó Molly.

Honestidad radical en un relato único

El podcast no solo exploró la sexualidad, sino también la amistad y la búsqueda de sentido frente a la muerte. Ante la pregunta de Nikki sobre si alguna vez se sintió usada o egoísta, Molly respondió:

“Soy egoísta. Por primera vez en mi vida me lo permito. Nadie que tenga fecha de expiración debería preocuparse por cumplir las expectativas de los demás”.

Su franqueza, brutal y conmovedora, transformó su historia en un fenómeno mediático. La narrativa tradicional de pacientes terminales como héroes se vio desafiada: Molly no buscaba inspiración, buscaba sentido.

De la realidad a la ficción

La historia de Molly se convirtió en serie, producida por Disney+ y protagonizada por Michelle Williams, además de inspirar un libro de memorias y múltiples coberturas internacionales. Su viaje terminó en 2019, pero su mensaje sobre la vida, el placer y la autenticidad sigue resonando.

“A veces me sentía poderosa, otras como una sombra de mí misma. Aprendí que la muerte no es el final, sino una forma de vivir con más lucidez”, confesaba.

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