Batistuta, sin filtro: cuestionó la entrega de los jugadores actuales y repasó su conflicto con Passarella en River
En una charla en Neuquén, el histórico goleador de la Selección Argentina cuestionó la falta de compromiso de los jugadores actuales y revivió el cruce con Daniel Passarella que lo llevó a dejar River y explotar en Boca.
Batistuta.
Gabriel Batistuta volvió a mostrar su costado más frontal. En el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén, donde brindó la charla “El Poder de la Disciplina”, el exdelantero de la Selección habló sobre el valor del esfuerzo y la humildad, pero también dejó críticas al presente del fútbol y recordó un episodio clave en su carrera: su conflicto con Daniel Passarella en River, que terminó abriéndole las puertas de Boca.
“Me molesta escuchar que los chicos dicen ‘dimos el 100%’ en un clásico. ¿Y en los demás partidos qué hicieron?”, lanzó Batistuta. El goleador remarcó que lo que debe mover a un futbolista es la exigencia permanente: “Vos tenés que dar un poco más siempre, no solo en determinados partidos”.
Su filosofía fue clara: “Si jugás para el público o para el equipo, la derrota duele un poco. Pero si jugás para vos mismo, la derrota duele de verdad y eso te obliga a buscar soluciones”.
El cruce con Passarella
Batistuta también repasó una etapa determinante de su carrera. En River, explicó, no tuvo oportunidades porque Passarella no lo quería en el equipo. Intentó convencerlo de todas las maneras posibles, pero no lo logró. “Me di cuenta de que el tipo no me quería”, confesó.
La falta de lugar lo empujó a tomar una decisión drástica: a los 20 años pidió salir de River pese a que Daniel Passarella le pidió que se quedara. “Yo estaba loco por jugar, sabía que un año sin minutos me iba a hacer perder todo”, recordó.
Su salida derivó en la llegada a Boca, donde explotó gracias al esfuerzo previo. “Estaba recontra bien entrenado de tanto pelearla en River. En Boca lo pude demostrar”, señaló.
Con esa combinación de autocrítica y disciplina, Batistuta construyó la carrera que lo llevó a convertirse en ídolo en la Selección y uno de los grandes delanteros de la historia argentina.







