Cerro Porteño perdió 3-1 en la Nueva Olla por la novena fecha del Clausura y los hinchas descargaron toda su bronca con insultos y agresiones hacia los jugadores y el entrenador argentino. A pesar de que el "Ciclón" sigue como líder del campeonato, la eliminación en la Copa Libertadores dejó una herida abierta que estalló tras la derrota.
El conjunto "azulgrana" había comenzado en ventaja con un penal convertido por Federico Carrizo, pero el trámite cambió por completo en el segundo tiempo. Trinidense empató y, minutos después, el propio Carrizo vio la roja en la jugada del segundo gol rival, dejando a su equipo en inferioridad numérica y con el marcador en contra. Con un hombre menos y 20 minutos por delante, Cerro no pudo reaccionar y terminó cayendo 3-1.
Finalizado el partido, los hinchas hicieron sentir su descontento con silbidos, insultos y hasta objetos arrojados contra el plantel y Diego Martínez, que luego se refirió al episodio en conferencia de prensa. El técnico argentino reconoció que entiende la frustración del público, pero condenó cualquier tipo de violencia: “No me genera satisfacción, pero entiendo a la gente que quiere ganar como nosotros. No justifico ninguna agresión, de ninguna índole”.
Pese a la dura reacción de la tribuna, el año de Cerro Porteño sigue siendo positivo en números. El equipo terminó segundo en el Apertura, alcanzó los octavos de final de la Copa Libertadores en un grupo exigente y ahora lidera el Clausura con 20 puntos, tres más que su perseguidor. La próxima prueba será de alto voltaje: el clásico ante Libertad como visitante, un partido que puede ser clave para calmar los ánimos y sostener la ilusión de coronarse en el torneo local.







