QUIERE REPETIR EN CASA. All Boys llega en alza al partido de mañana, tras el triunfo 2-1 como visitante contra Güemes.
La campaña de All Boys se parece a un tren que enciende los motores y amaga con tomar velocidad, pero se detiene una y otra vez antes de alcanzar la marcha deseada. El conjunto de Floresta vive un torneo irregular, con más empates que victorias, y ahora se prepara para recibir a San Martín en un partido especial: será el reencuentro con Mariano Campodónico, hoy técnico del “Santo”, que hasta hace unos meses era el conductor del propio “Albo”.
Cuando comenzó el torneo, Campodónico estaba en el banco de All Boys. Su ciclo duró apenas unas fechas, marcado por la falta de triunfos y un equipo que no terminaba de encontrar funcionamiento. Ante la impaciencia de la dirigencia y la necesidad de un cambio, decidió dar un paso al costado. Su salida abrió paso a la llegada de Aníbal Biggeri, un entrenador con rodaje en la categoría, reconocido por priorizar el orden y la intensidad como bases de su propuesta.
Con Biggeri, el “Albo” se transformó en un equipo áspero, difícil de doblegar, pero con un déficit claro: le cuesta generar fútbol. El nuevo DT se enfocó en reforzar la solidez defensiva y en achicar espacios entre líneas, lo que se tradujo en un conjunto combativo, incómodo para sus rivales, aunque sin peso suficiente en ataque para sostener una campaña de protagonismo.
Las estadísticas lo reflejan: después de 27 partidos suma 33 puntos, con 7 victorias, 12 empates y 8 derrotas. Una cifra que lo ubica en el 11° puesto de la zona A, lejos de la pelea por arriba. La irregularidad es su marca registrada: empata más de lo que gana, y eso explica por qué no pudo acercarse a los líderes.
El recorrido reciente también desnuda esa montaña rusa. All Boys sorprendió en Santiago del Estero con un triunfo 2-1 frente a Güemes, venció de local a Patronato y a Almagro, igualó con Ferro y cayó contra San Miguel.
En el Islas Malvinas, donde recibirá a San Martín, muestra la misma lógica: partidos en los que se hace fuerte, como en el 1-0 sobre Patronato, y otros en los que carece de peso ofensivo, como en el empate sin goles con Atlanta.
Si se lo compara con 2024, el retroceso es notorio. El año pasado sumó 58 puntos y disputó el Reducido, pero en esta temporada bajó considerablemente su rendimiento.
En ese sentido, la dirigencia intentó reforzar al equipo. Al conjunto de Floresta llegaron Facundo Butti (Godoy Cruz), Iván Zafarana (cedido por San Martín), Leandro Desábato, Juan Pablo Passaglia, Miqueas González y Julián Ceballos, a préstamo de Boca.
Sin embargo, la renovación todavía no dio frutos colectivos.
Las fortalezas aparecen en algunas individualidades. Ceballos, con cuatro goles y cinco asistencias, es la figura del mediocampo y el jugador más determinante en ofensiva. Passaglia acompaña con otros cuatro tantos, y Octavio Bianchi aporta presencia física en el área. Claudio Campostrini, con poco rodaje aún, puede ser una carta inesperada.
Además, la defensa, bien trabajada por Biggeri, logró sostener varios partidos con la valla invicta, algo que lo vuelve un rival áspero en duelos cerrados.
Las debilidades, sin embargo, son profundas. El equipo apenas convirtió 22 goles en toda la campaña, ubicándose entre los menos efectivos de la zona. Su dependencia de Ceballos es evidente y la acumulación de empates lo condena a la mitad de la tabla. En lo emocional, carga con un historial incómodo: en los últimos 10 enfrentamientos contra San Martín no logró ganar, con cinco empates y misma cantidad de derrotas.
El condimento extra para el duelo del lunes
El lunes, el condimento extra será Campodónico. Conoce a gran parte del plantel de All Boys porque lo dirigió a comienzos de año. Sabe dónde se sienten cómodos sus ex jugadores y dónde sufren. Esa información puede convertirse en un arma para San Martín, que suma 43 puntos y está a cuatro de los líderes Atlanta y Deportivo Madryn.
El "Santo" tendrá que salir a buscar el triunfo en Floresta, con la urgencia de seguir prendido arriba. Para lograrlo, deberá contrarrestar la intensidad y la disciplina que propone Biggeri, y golpear rápido a un rival que suele sufrir cuando le marcan primero.
All Boys es, como ese tren que nunca acelera, un equipo que parece estar en marcha pero no logra llegar a destino. San Martín tiene la gran oportunidad de aprovechar esa irregularidad y, de la mano de Campodónico, transformar la visita a Floresta en un paso clave para seguir soñando con el liderazgo.







