Lastenia iluminó la noche con su séptima Marcha de las Antorchas

En el aniversario del cierre de los ingenios azucareros, el Ingenio de las Artes abrió sus puertas a una jornada que combinó historia, música y comunidad. El fuego volvió a simbolizar la esperanza de un pueblo que se niega al olvido.

FUEGO ENCENDIDO. Los vecinos de Banda del Río Salí marcharon hasta los portones del ex ingenio Lastenia. FUEGO ENCENDIDO. Los vecinos de Banda del Río Salí marcharon hasta los portones del ex ingenio Lastenia. FOTO DE LA GACETA / OSVALDO RIPOLL

La brisa caliente y pesada del viento zonda no detuvo las actividades que, desde el Ingenio de las Artes, planearon para esta jornada. La séptima edición de la Marcha de las Antorchas comenzó esta noche pero una hora después de lo previsto, en el marco del aniversario del cierre de 11 de los 27 ingenios azucareros que existían en la provincia en 1968.

La cita fue a las 19.30 en los portones del Ingenio de las Artes, edificio que antes albergó al ingenio Lastenia, fundado en 1834 por Baltazar y Juan de Dios Aguirre. Allí, en el corazón de Banda del Río Salí, se recordó una de las páginas más dolorosas de Tucumán: el 22 de agosto de 1966, Juan Carlos Onganía decretó el cierre masivo de los ingenios. Aquel hecho marcó una diáspora en la provincia y dejó miles de familias sin sustento.

El espacio que funciona desde 2004 como centro cultural y comunitario, se levantó sobre las ruinas del viejo ingenio después de décadas de abandono. Donde antes hubo trapiches y molienda de caña, ahora florecen el arte, la historia obrera y la memoria colectiva. Allí conviven vecinos, artistas e instituciones en un proyecto independiente que resignificó el dolor y lo transformó en un territorio de creación.

Lastenia iluminó la noche con su séptima Marcha de las Antorchas FOTO DE LA GACETA / OSVALDO RIPOLL

"El fuego de las antorchas simboliza el renacer de una historia"

“Estoy muy contento y emocionado por lo que representa esta conmemoración, que recuerda la historia de los cierres de los ingenios y celebra el ingenio cultural que se ha logrado levantar con arte, música e historia”, expresó Bruno Molina, director de Empleo de la municipalidad de Banda del Río Salí y uno de los organizadores de la marcha.

"El fuego de las antorchas simboliza el renacer de una historia que marca tanto a los tucumanos, y especialmente a los vecinos de Banda del Río Salí, donde tuvimos tres ingenios, siendo Lastenia uno de los más importantes”.

Las antorchas iluminaron el recorrido hasta el portón, donde un grupo de artistas abrió simbólicamente el ingreso al pueblo. En el interior se desarrolló una muestra que narró la historia del ingenio. Hubo dramatizaciones, canciones y la leyenda de El Perro Familiar. También se hizo sonar la sirena que evocaba los días de actividad fabril. La música y la danza acompañaron la velada hasta el cierre, cuando el dúo La Yunta subió al escenario con su show folklórico.

El público participó con emoción. Majo, Irina y Constanza, amigas que asistieron por primera vez, aseguraron que lo hicieron por un sentimiento de lucha y pertenencia. “Es nuestra primera vez en la marcha y creemos que es una forma de mantener la memoria del pueblo viva”, contó Majo.

Lastenia iluminó la noche con su séptima Marcha de las Antorchas FOTO DE LA GACETA / OSVALDO RIPOLL

"Banda del Río Salí, significa ‘ingenios’, significa ‘azúcar’”

María José Veliz, de 48 años, también estuvo presente. “Como bandeña, significa mucho el ingenio. Durante su funcionamiento fue fuente de trabajo para muchas familias bandeñas”, dijo. Recordó con nostalgia a su padre, Miguel Veliz, que trabajó desde los 14 años en los ingenios de la zona. “Mi papá se levantaba todos los días a las seis de la mañana y volvía a las seis de la tarde”, relató. Mientras la sirena sonaba, confesó: “Es una mezcla de sentimientos de cariño y emoción. Banda del Río Salí, significa ‘ingenios’, significa ‘azúcar’”.

Julio Villafañe, aguilarense de 55 años, levantó su antorcha para sumarse a la conmemoración. “Venir a la marcha me motiva porque es una fecha muy importante para nosotros, que conmemora el cierre de los ingenios. Fue una etapa muy dura para todo el pueblo de Tucumán. Creo que recordarlo mantiene viva la llama de lo que significó la industria azucarera para la provincia y también por lo que atravesó el pueblo en esa época”, afirmó. Luego añadió: “Pienso en toda la gente que perdió su trabajo en aquel momento, en las familias que quedaron sin sustento y en aquellas que tuvieron que mudarse, dejar Tucumán y partir a otros lugares para sobrevivir”.

La marcha culminó cerca de las 22, bajo un cielo frío. El fuego de las antorchas, como cada año, iluminó la memoria de un pueblo que convirtió la herida en arte y el dolor en un espacio vivo de encuentro.

Lastenia iluminó la noche con su séptima Marcha de las Antorchas FOTO DE LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
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