Estados Unidos dice que usará “todo su poder” contra Maduro

El gobierno de Trump vincula al presidente de Venezuela con el narcotráfico y confirma el envío de navíos con 4.000 soldados, submarinos y aviones frente a las costas del país caribeño. Desde Caracas, se ordenó desplegar las milicias chavistas, unos 4,5 millones de reservistas.

DESTRUCTOR. El Jason Dunham es uno de los tres barcos enviados al Caribe, los otros son Gravely y Sampson. DESTRUCTOR. El Jason Dunham es uno de los tres barcos enviados al Caribe, los otros son Gravely y Sampson.
21 Agosto 2025

CARACAS, Venezuela.- Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela alcanzan un nuevo nivel de tensión tras el reciente despliegue militar estadounidense en el Caribe y la respuesta del gobierno de Nicolás Maduro. La escalada se produce semanas después de la renovación de la licencia de Chevron en Venezuela y de intercambios de prisioneros políticos.

El 19 de agosto, la Casa Blanca confirmó el envío de tres destructores con misiles guiados, submarinos nucleares, aviones de reconocimiento P-8 Poseidon y unos 4.000 marines cerca de las costas venezolanas, en una operación que Washington define como combate a “carteles del narcotráfico” y reforzamiento de la presencia militar en rutas de tráfico hacia Estados Unidos.

En respaldo a esta estrategia, hace unas semanas se difundió una carta del secretario de Defensa, Pete Hegseth, donde se reinterpretaron de manera amplia las competencias tradicionales del Ejército de Estados Unidos. Señaló que estas incluyen “sellar las fronteras, repeler toda forma de invasión, incluida la inmigración masiva, el tráfico de drogas, el contrabando de seres humanos y otras actividades criminales”.

La portavoz Karoline Leavitt declaró que el presidente Donald Trump está preparado para “usar todo su poder” para detener la entrada de drogas al país y llevar a los responsables ante la justicia. Según Estados Unidos, Maduro lidera el denominado Cartel de los Soles. Además, no lo considera un presidente legítimo.

Cocaína

El gobierno estadounidense reportó que la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) ha incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas a socios de Maduro y otras siete toneladas directamente relacionadas con el mandatario venezolano.

Asimismo, los activos incautados suman más de 700 millones de dólares, incluyendo vehículos, aviones privados y otros bienes. A comienzos de agosto, Estados Unidos duplicó la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, y la fijó en 50 millones de dólares.

El gobierno venezolano respondió, el martes, con la movilización de millones de integrantes de la Milicia Nacional Bolivariana, quinto componente de la Fuerza Armada, creada en 2007 y compuesta por militares, reservistas y civiles.

Maduro justificó la medida como un “plan de paz” frente a posibles amenazas externas y destacó la lealtad de las Fuerzas Armadas. El canciller Yván Gil afirmó que las acciones de Estados Unidos “ponen en riesgo la paz y estabilidad de toda la región, incluyendo la zona de paz declarada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)”.

Desde el exilio, la líder opositora María Corina Machado respaldó la estrategia estadounidense y reiteró que el chavismo constituye “una amenaza para toda la región”. No obstante, sectores moderados de la oposición dentro y fuera de Venezuela permanecen escépticos sobre la posibilidad de una intervención externa y advierten sobre la precariedad de expectativas de cambio en la población.

El despliegue militar, el aumento de sanciones y la movilización de fuerzas internas reflejan la creciente tensión bilateral y sus potenciales repercusiones en la estabilidad regional y en la cooperación en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico en el Caribe.

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