GOL AGÓNICO. Auzqui anotó el 2-2 sobre el final del partido contra Sarmiento de Junín. Prensa CAT.
El fútbol argentino es un terreno de contrastes, donde los números a veces engañan. Atlético es un ejemplo perfecto: a esta altura del Apertura y del Clausura suma exactamente la misma cantidad de puntos. Sin embargo, la foto de la tabla y las sensaciones que transmite son muy diferentes.
En el primer torneo, la cosecha de seis puntos lo había dejado en la novena posición, con tres derrotas en las primeras fechas y en medio de un cambio de entrenador. En el Clausura, en cambio, aparece octavo, empatado con Sarmiento de Junín, dentro de la zona de playoffs. La principal diferencia está en la forma: pasó de sufrir tres caídas en el arranque del Apertura a registrar solo una en este segundo campeonato.
Un Apertura lleno de tropiezos
El inicio del Apertura había generado expectativas con el triunfo 1-0 sobre San Martín de San Juan como visitante. Sin embargo, esa victoria quedó aislada: después llegaron las derrotas frente a Central Córdoba (0-2), Riestra (0-2) y Rosario Central (1-3). Tres caídas en cuatro partidos marcaron el rumbo de un equipo que no encontraba respuestas.
El traspié en Arroyito supuso el final del ciclo de Facundo Sava. La dirigencia recurrió a Lucas Pusineri, que debutó con una goleada 5-0 sobre Sarmiento en el Monumental. Aun así, la irregularidad se mantuvo. Fuera de Tucumán apenas pudo rescatar dos empates (1-1 con Talleres y 2-2 con Sarmiento) y acumuló siete derrotas en total.
En definitiva, apenas sumó cinco puntos de 30 posibles como visitante entre Apertura y Clausura, un registro que lo mantiene en deuda fuera de casa. Ese bajo rendimiento también repercute en la tabla Anual, donde hoy Atlético se ubica 23°, con 22 unidades, a cuatro de Aldosivi, que hoy jugaría un partido desempate por el descenso con Talleres debido a que ambos tienen 18 puntos.
El Clausura: mismo puntaje, menos derrotas
En la previa del Clausura, Pusineri había fijado los objetivos inmediatos: “Lo más importante es tener un equipo competitivo, clasificar entre los ocho y sostener una regularidad que nos permita crecer”.
El equipo arrancó con un triunfo frente a San Martín de San Juan (2-1 en Tucumán). Luego empató 1-1 con Central Córdoba, perdió 0-1 con Riestra y volvió a igualar, esta vez 0-0 con Rosario Central. La última jornada dejó el 2-2 contra Sarmiento, rescatado en los minutos finales con los goles de Mateo Coronel y Carlos Auzqui.
Otro punto a considerar es que Atlético pasó de recibir siete a cinco goles en el mismo período. Es decir, que bajó su estadística en este apartado.
El contraste es evidente: con el mismo puntaje que en el Apertura, Atlético registra una sola derrota en lugar de tres, lo que refleja un nivel de competitividad más alto y una capacidad mayor para sostener partidos que antes se escapaban.
El peso del contexto
La diferencia de una posición en la tabla puede parecer menor, pero el contexto cambia la interpretación. En el Apertura, las tres derrotas iniciales habían dejado al equipo golpeado y en medio de un recambio en el banco de suplentes. En el Clausura, en cambio, la única caída sufrida hasta aquí se percibe como un traspié puntual.
A este panorama se suman los compromisos de Copa Argentina: la victoria frente a Boca por 2-1 y la eliminación contra Newell’s en octavos de final. Ambos encuentros aportan matices al semestre, con un triunfo resonante y una despedida que dejó cierta desazón en el hincha.
Además, la paridad del torneo hace que cada punto tenga más valor. Con el mismo registro que antes, Atlético se ubica en zona de playoffs, lo que mantiene vivo un objetivo inmediato y alcanzable.
Lo que cambió no fue la suma de puntos, sino el recorrido para alcanzarlos. En el Apertura, los partidos se definían rápido y las derrotas se acumulaban. En el Clausura, los encuentros son más parejos y el equipo muestra capacidad de reacción.
El empate frente a Sarmiento es un buen ejemplo: de estar casi condenado a perder, Atlético logró rescatar un punto en el descuento. Esa reacción no se veía en el primer torneo del año.
El desafío por delante
Con el Clausura en marcha, Atlético encara un tramo decisivo con la necesidad de transformar esa resistencia en victorias que afiancen su lugar entre los ocho mejores.
Este sábado recibirá a Talleres, rival directo en la tabla Anual. El equipo cordobés suma 18 puntos y también pelea por mantener la categoría. El Monumental, donde Atlético consiguió sus mejores resultados, aparece como la base sobre la que deberá construir sus aspiraciones. Fuera de casa, en cambio, sigue pendiente la deuda de mejorar el rendimiento.







