El Tribunal Oral Federal N°1 de Salta condenó a Lucas Manuel Bonilla, comerciante de Salvador Mazza, Salta, a 9 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes agravado, luego de que un peritaje de voz confirmara su rol como coordinador en el traslado de 136 kilos de cocaína ocultos en un camión.
El fallo, dictado el pasado 28 de julio, consideró probado que Bonilla, conocido en los teléfonos de sus cómplices como “Frío”, era quien daba las órdenes al camionero detenido con el cargamento. El estudio de su voz arrojó una coincidencia mayor al 80%, lo que el tribunal consideró “determinante” para acreditar su identidad.
El operativo: cocaína mezclada con azúcar en un camión
El caso se inició el 12 de mayo de 2024, cuando efectivos de Gendarmería Nacional detuvieron a un camionero en la ruta 34, a la altura de La Quena, tras denuncias por maniobras riesgosas. Al inspeccionar el vehículo, detectaron un olor a pintura y un chapón irregular en el chasis.
En ese lugar hallaron 422 paquetes ocultos, que en un principio fueron calculados en 431 kilos de cocaína. Sin embargo, peritajes posteriores confirmaron que se trataba de 136 kilos de droga mezclada con azúcar, con una pureza de entre el 3% y el 46%.
La fiscalía barajó la hipótesis de que esta adulteración respondiera a una maniobra de engaño entre organizaciones narcocriminales.
La investigación: cómo operaba la banda
El camionero detenido, identificado como Walter Passarino, había sido contratado para transportar la droga y ya fue condenado a 4 años de prisión mediante un juicio abreviado. En el mismo expediente fueron condenados Dante Villa y Alán Sánchez —primo de Bonilla— por su rol en la logística y control del cargamento.
Según la investigación de la fiscal Lucía Orsetti, Bonilla tomaba precauciones para no ser vinculado: dejaba su celular personal en su domicilio y utilizaba teléfonos de terceros para comunicarse con sus cómplices. Además, testigos lo ubicaron viajando en una camioneta Toyota junto a Sánchez cerca del camión cargado con la droga.
El tribunal resaltó que en el teléfono de Passarino, Bonilla estaba agendado como “Frío” y que desde ese contacto recibía las órdenes. El peritaje de voz fue clave para confirmarlo, sumado a imágenes de cámaras de seguridad y el análisis de antenas de telefonía.
Condena y decomiso de bienes
Además de la condena a 9 años de prisión, el tribunal ordenó el decomiso de más de 19 millones de pesos, una camioneta Toyota y dos motos de alta cilindrada pertenecientes a Bonilla. También quedaron bajo control del Estado Nacional el camión con acoplado utilizado en el transporte y un automóvil Fiat Tipo vinculado a otro acusado.
La fiscalía subrayó que, pese a la baja pureza de la droga secuestrada, de la cocaína incautada se podían haber obtenido más de 24.700 dosis, lo que representa un grave riesgo para la salud pública.







