El día que Mario Alberto Kempes visitó el Hospital del Niño Jesús y dejó una postal conmovedora en Tucumán

En agosto de 1980, el delantero llegó a la provincia junto a la Primera del Valencia para jugar un amistoso contra la Selección de la Liga Tucumana.

En la previa al partido contra la Selección de la Liga Tucumana, Kempes visitó el Hospital del Niño Jesús; llevó regalos y fue recibido por los niños. En la previa al partido contra la Selección de la Liga Tucumana, Kempes visitó el Hospital del Niño Jesús; llevó regalos y fue recibido por los niños. ARCHIVO LA GACETA.

El domingo 3 de agosto de 1980, Tucumán tuvo por unas horas al hombre que todavía estaba en la cima del fútbol mundial. Pero antes de ponerse la camiseta de Valencia y pisar el césped del Monumental José Fierro, Mario Alberto Kempes entró por las puertas del Hospital del Niño Jesús. No fue una visita protocolar con micrófonos y discursos: “Matador” apareció con un bolso lleno de obsequios y una sonrisa ancha, la misma que se ve en aquella foto en la que se agacha para entregarle un regalo a una niña que lo mira como si tuviera frente a ella al héroe de un cuento. Saludó, posó para fotos y se fue con el aplauso del personal médico, dejando un eco distinto al que suele provocar en las canchas.

Un par de horas después, ya de regreso en la rutina futbolera, Kempes y sus compañeros realizaron un entrenamiento liviano en el José Fierro. Valencia había llegado a la ciudad el viernes, con todas sus figuras y la promesa de un espectáculo de nivel europeo. Estaban en plena gira de pretemporada por Sudamérica: ya habían pasado por Mendoza y, después de Tucumán, viajarían a Chile para enfrentar a la selección trasandina en el estadio Nacional.

 Junto a Kempes estaba Fernando Morena, el uruguayo que venía de marcar 20 goles con el Rayo Vallecano y que recordaba su último paso por la provincia, en septiembre del 78, cuando le anotó a San Martín en un empate 1-1. “En ese momento atravesaba una etapa muy especial en mi carrera, por las transferencias frustradas”, le dijo a LA GACETA en la previa. También estaba Darío Felman, ex puntero de Boca, completando un tridente de apellidos pesados.

El día que Mario Alberto Kempes visitó el Hospital del Niño Jesús y dejó una postal conmovedora en Tucumán ARCHIVO LA GACETA.

La previa

La mañana del partido transcurrió con más nervios para el organizador que para los jugadores. Hasta el mediodía, la venta de entradas había sido floja y preocupaba al empresario Ricardo Fulca, responsable de la llegada del Valencia. Después, casi como si la ciudad hubiera decidido moverse de golpe, la fila creció hasta obligar a abrir las 14 boleterías del estadio. El operativo de seguridad, con 180 efectivos, estaba listo. Hubo izamiento de bandera, la Selección de Tucumán entró portando la española y la Banda Sinfónica provincial interpretó los himnos de ambos países. Antes del pitazo inicial, el presidente de la Liga Tucumana de Fútbol, Ramón Antonio Saleiro, entregó a Kempes una plaqueta de reconocimiento. La fiesta estaba montada.

El día que Mario Alberto Kempes visitó el Hospital del Niño Jesús y dejó una postal conmovedora en Tucumán ARCHIVO LA GACETA.

Bajo nivel de Valencia

Pero una cosa fue la ceremonia y otra, el juego. Valencia defraudó las expectativas y repitió la imagen gris que había dejado días antes en Mendoza. La Selección de la Liga Tucumana, en cambio, no lució pero fue sólida y supo golpear en los momentos justos. Adrián Calderón y David Millicay dieron seguridad atrás, mientras Raúl de la Cruz Chaparro y Héctor Gómez fueron puñales adelante.

En el equipo español, solo Kempes insinuó algo distinto… Aunque Calderón lo tuvo controlado durante todo el partido, con una marca pegajosa que lo obligó a retroceder para tomar contacto con la pelota y a limitarse a enviar pelotazos cruzados. Morena y Felman, casi invisibles.

La primera clara fue un remate lejano de Calderón que José Luis Manzanedo controló. Pablo Rodríguez, por derecha, buscó a Morena, pero Francisco Ruiz cortó antes de que el uruguayo pudiera definir.

Para Valencia, Enrique Saura probó con un tiro potente, sin suerte.

A los 15 minutos, Hugo Barrientos envió un centro que Gómez conectó de primera; Daniel Solsona intentó desviar, pero solo confirmó el gol: 1-0 para Tucumán.

El día que Mario Alberto Kempes visitó el Hospital del Niño Jesús y dejó una postal conmovedora en Tucumán ARCHIVO LA GACETA.

Morena respondió con un cabezazo alto y Gómez volvió a probar con un remate que pasó cerca del travesaño.

En otra jugada combinada con Chaparro, Saura despejó. Calderón y Barrientos armaron otra acción peligrosa que terminó en las manos de Manzanedo.

Sobre el final del primer tiempo, otra conexión entre Barrientos y Gómez derivó en un centro que Chaparro cabeceó con maestría para el 2-0.

El gol de Kempes

En el complemento, Valencia salió más decidido, con Kempes empujando al equipo. A los 4 minutos, Solsona jugó rápido un tiro libre y “Matador” definió con un remate que sorprendió a Ruiz: 2-1. “No creo que la gente haya salido defraudada; con cuatro goles, no se puede quejar. Hubo pasajes de buen fútbol y creo que los aficionados se fueron satisfechos”, dijo después Kempes.

“El equipo está sintiendo el endurecimiento propio de la pretemporada y la falta de competencia”, reconoció pos partido.

“Fue un partido muy disputado: ellos establecieron superioridad en el primer tiempo, y en el segundo, pienso que se cansaron, y así pudimos manejar más la pelota”, agregó el goleador argentino.

El golpe final

A los 43’, una gran combinación entre Chaparro y Barrientos terminó con Jorge Medardo Heredia definiendo cruzado para el 3-1 definitivo. Los intentos posteriores del Valencia chocaron siempre con una defensa que se mantuvo firme hasta el final.

Morena, que nunca pudo pesar en el área, se sinceró después del duelo. “Estoy triste por no haber dejado una mejor imagen. Todavía hay muchachos que no se recuperaron del cambio climático y la dura pretemporada en Monte Modúver. El rival fue muy bueno y ganó bien”, reconoció.

ANOTÓ EL DESCUENTO. Kempes marcó el 2-1 en el partido contra la Liga Tucumana. ANOTÓ EL DESCUENTO. Kempes marcó el 2-1 en el partido contra la Liga Tucumana. ARCHIVO LA GACETA.

El DT Bernardo Pérez coincidió en la autocrítica. “Es un conjunto muy bien constituido, con individualidades relevantes, especialmente sus centrocampistas y delanteros. Nuestro equipo no tiene la regularidad competitiva para brindar un mejor espectáculo”, dijo.

Del otro lado, Corvalán celebraba el triunfo. “Formamos el equipo en dos días; la producción fue excelente”, señaló.

Lo que dejó el partido

El partido le dio al Valencia alrededor de U$S 35.000 y a la Liga Tucumana unos 22 millones de pesos. Al día siguiente, el 4 de agosto, el plantel español partió a las 11.55 rumbo a Buenos Aires para continuar viaje a Santiago de Chile, tercera escala de su gira sudamericana. Pero en Tucumán quedó la postal de aquel fin de semana: la de Kempes regalando sonrisas en el hospital antes del partido en el José Fierro.

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