Como un reloj que detiene al mundo cada vez que marca la hora, la figura de Lionel Messi trasciende fronteras y convierte cada partido en un acontecimiento irrepetible. Mañana, desde las 20.30, el astro rosarino volverá a ponerse la camiseta de Inter Miami frente a Los Angeles Galaxy, después de superar la lesión muscular sufrida hace casi dos semanas. Su regreso no solo genera expectativa en la MLS, donde es dueño de cifras impactantes, sino también en la Selección Argentina, que lo espera para la doble fecha de Eliminatorias de septiembre, en lo que podría ser su última función oficial ante el público argentino en esta competencia.
La alarma se encendió el pasado 2 de agosto, cuando apenas transcurrían once minutos del duelo contra Necaxa por la Leagues Cup. Messi pidió el cambio con gestos de dolor y se fue con una bronca difícil de disimular, ni siquiera con el empate agónico y el posterior triunfo por penales de su equipo. El diagnóstico inicial habló de una lesión leve, aunque también se temió un desgarro. De inmediato surgió la lista de partidos que debía perderse y la incógnita de si llegaría a tiempo para vestir la camiseta “albiceleste” en septiembre, cuando la Selección enfrente a Venezuela en el Monumental y a Ecuador en Quito.
En ese lapso de recuperación, Messi debió acompañar desde afuera. Fue testigo de la victoria 3-1 frente a Pumas, en la que Rodrigo De Paul convirtió su primer gol en el fútbol estadounidense, y sufrió a distancia la dura caída 4-1 frente a Orlando City en el clásico de Florida, que le hizo perder terreno a las “Garzas” en la Conferencia Este.
La calma recién volvió cuando Javier Mascherano dio la noticia más esperada. “Está bien, ya entrenó con el equipo desde el miércoles. Si no pasa nada raro va a estar convocado para el partido de mañana”, aseguró el entrenador.
El regreso se dará en un contexto clave para Inter. El equipo de Miami comenzará la fecha 27 en la sexta ubicación de la tabla, a nueve puntos de Philadelphia Union, líder de la zona, pero con tres partidos menos que podrían acortar la distancia.
En lo individual, Messi sostiene números de otra galaxia: 18 goles en 18 encuentros y nueve asistencias, lo que lo coloca en la cima de los goleadores junto a Sam Surridge, de Nashville. Un impacto absoluto que refleja la vigencia de un jugador único.
El recuerdo de aquella salida temprana contra Necaxa aún estaba fresco, pero el tiempo de recuperación fue breve. Apenas 13 días después, Messi vuelve a escena con la intención de retomar el ritmo que lo llevó a dominar la liga desde su llegada. “Más allá de que todavía nos queda un entrenamiento, si no ocurre nada extraño va a estar citado para mañana”, remarcó Mascherano, que además confirmó el regreso de De Paul tras un problema con la visa. “Rodrigo se suma hoy, el trámite se demoró un poco más de lo previsto, pero va a estar en la convocatoria”, explicó.
Mientras tanto, la Selección Argentina también define su calendario inmediato. Tras la caída del amistoso con México en octubre, la AFA avanzó para que el rival sea Venezuela en Chicago, entre el 8 y el 14 de ese mes.
¿Podría Messi tener su despedida en Eliminatorias?
Apenas semanas antes, ambos seleccionados se enfrentarán en el marco de las Eliminatorias. Ese cruce en el Monumental del 4 de septiembre podría ser el último de Messi en suelo argentino por esta competencia, un capítulo que ningún hincha quiere perderse. El segundo encuentro de la gira de octubre será en el MetLife Stadium, escenario de la final del Mundial 2026, y todo indica que será ante un combinado centroamericano.
De esta manera, Messi afronta un regreso cargado de simbolismo. Mañana volverá a vestir la camiseta rosa de Inter para seguir haciendo historia en la MLS y, al mismo tiempo, comienza a transitar un camino que lo conectará otra vez con la Selección. Cada partido, cada gol y cada asistencia son un recordatorio de que el tiempo con él en cancha es tan valioso como irrepetible.







