Con 42 años, tres convocatorias a Mundiales y un viejo interés de Boca, Libertad apostará por la experiencia en el arco contra River

Martín Silva reemplazará al lesionado Rodrigo Morínigo en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. El uruguayo cuenta con 713 partidos como profesional.

PURA EXPERIENCIA. Martín Silva fue parte del plantel de Uruguay que conquistó la Copa América 2011 PURA EXPERIENCIA. Martín Silva fue parte del plantel de Uruguay que conquistó la Copa América 2011
14 Agosto 2025

La lesión de Rodrigo Morínigo obligó a mover fichas en Libertad y, esta noche, el arco quedará en manos de un histórico del fútbol sudamericano: Martín Silva. El uruguayo, de 42 años, afrontará la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores contra River con apenas 113 minutos jugados en el año, pero con un respaldo que pocos pueden mostrar: 713 partidos como profesional, tres convocatorias a Mundiales (Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018) y siete títulos, entre ellos la Copa América 2011.

Forjado en Defensor Sporting y en el club paraguayo desde 2019, Silva ya no atraviesa el momento que lo llevó a ser protagonista en la selección charrúa, pero su trayectoria lo respalda. Entre 2017 y 2021 fue el tercer arquero con más atajadas en Libertadores (125), detrás de Weverton (140) y Franco Armani (127), liderando incluso el ranking en 2019 y 2020. Además, es el futbolista uruguayo con más partidos en la historia del torneo (93), con una final incluida en 2013 con Olimpia ante el Atlético Mineiro de Ronaldinho.

Su carrera también lo cruza con recuerdos fuertes en Argentina. En 2009, defendiendo el arco de Defensor Sporting, fue figura en la histórica clasificación a cuartos de final ante Boca, con victoria 1-0 en La Bombonera que despertó el interés del “Xeneize”, aunque su club no aceptó venderlo. Un año después, en la Sudamericana contra Independiente, recibió un piedrazo en la cabeza en Avellaneda que lo obligó a ser atendido y vendado, pero decidió seguir jugando.

Hoy, Libertad apuesta a que ese temple y su jerarquía compensen la falta de rodaje. River, en cambio, sabe que al frente tendrá a un arquero que, aunque lejos de su mejor versión, sabe lo que es atajar en noches grandes.

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