El ómnibus que debía trasladar al plantel de Atlético Tucumán hacia Salta partió del complejo José Salmoiraghi alrededor de las 13:30. Pero el viaje apenas duró media hora: a pocos kilómetros de la entrada a Ticucho, el vehículo “pidió el cambio” y quedó fuera de servicio. Literalmente, Lucas Pusineri ya había hecho su primer cambio… y el partido todavía ni comenzó.
La avería, según explicó uno de los mecánicos que acudió en auxilio, se debió a la rotura de la manguera de agua. De inmediato, se avisó a la empresa de transporte y se decidió reemplazar el ómnibus para evitar problemas mayores en la ruta. La delegación, encabezada por Pusineri y Miguel Abbondándolo, esperó alrededor de 45 minutos hasta que llegó la nueva unidad.
Lejos de amargarse por el retraso, el grupo se lo tomó con humor. “Por algo pasan las cosas, vamos a seguir enfocados en mañana”, comentó uno de los integrantes, consciente de que el verdadero partido es el que juegan mañana desde las 19.30. El cambio improvisado en plena ruta no alteró el buen clima que reina en el equipo, que llega motivado tras eliminar a Boca en Santiago del Estero.
Esta previsto que la delegación se hospede en el Hotel de la Liga, una vez que llegue a la "Linda". Mientras tanto, en la Liga Tucumana continuó la venta de entradas hasta las 17. Se espera que al menos 10.000 hinchas acompañen al “Decano” en Salta, en el cruce de octavos de final de la Copa Argentina. Mañana se venderán tickets en la boletería sur (para los simpatizantes de Atlético) del estadio Padre Martearena a partir de las 13 hasta las 17.







