La informalidad económica y la ilegalidad siguen afianzándose en las rutas tucumanas. Cuando aún no terminó el octavo mes del año, se detectó una evasión impositiva por U$S14 millones. Por contrabando se decomisaron productos que fueron valuados por U$S3,9 millones y por narcotráfico, se secuestraron U$S2,1 millones. En total, son alrededor de U$S20 millones, casi el doble de los U$S10,2 millones registrados durante todo el 2024.
Ese monto toma dimensión si se lo compara con el dinero que se invertirá en las tres principales obras públicas que se encararon en Tucumán. Representa casi la tercera parte de los U$S62 millones que se destinarán al Procrear II, un plan que contempla la construcción de 1.600 viviendas. También es casi la cuarta parte de los U$S98,2 millones que se utilizarán para la construcción del Acueducto de Vipos, con el que se pretende solucionar el problema de agua para unos 400.000 usuarios. Por último, alcanza al 30% de los U$S58 millones que se invertirán para la remodelación del aeropuerto Benjamín Matienzo.
Un operativo
El Operativo Lapacho es un plan que se lanzó en 2022 para blindar las fronteras de la provincia y así luchar contra el narcotráfico. Pero con el correr del tiempo salió a la luz que ese operativo servía también para detectar la evasión fiscal y el contrabando. “Hay tres razones para entender este incremento. Primero se comenzó a controlar los puestos fronterizos que no se vigilaban; después incrementamos el número de puestos de controles y, por último, nuestros hombres fueron capacitados por especialistas de Aduanas, ARCA y Dirección General de Rentas sobre cómo deben actuar”, señaló el comisario Fabio Ferreyra, que está al frente de este programa.
“Sabemos que lo que encontramos no es todo lo que circula ilegalmente y de manera informal. Por esa razón se están incrementando los recursos humanos y tecnológicos para conseguir mejores resultados”, advirtió. En el narcotráfico, por ejemplo, se estima que sólo se secuestra el 30% de la droga que se transporta por las rutas.
Si pasa, pasa
Hasta el viernes pasado se retuvieron al no haber sido declarados impositivamente azúcar y granos por valor de casi U$S8 millones, casi un 80% más que todo el año pasado. Pero también aumentó el secuestro de mercadería en general, que fue valuado por las autoridades en más U$S6 millones, el doble que todo el 2024. “Observamos dos razones: mayor cantidad de controles y los empresarios que tratan de eludir la carga impositiva”, destacó Ferreyra.
El Operativo Lapacho, en lo que va del 2025, dejó al descubierto que hay algunos rubros en los que creció exponencialmente el transporte en negro. La soja (con un incremento de casi el 900%); muebles y artículos del hogar (ascendió casi un 300%); mercadería -alimentos no perecederos y bebidas- (la suba fue del más del 90%) y materiales de construcción (aumentó un 80%). Hay otros casos que “debutaron” este año. Por ejemplo, los uniformados detectaron una evasión fiscal por más de U$S460.000 en repuestos de automotores, cuando casi no había registros sobre este rubro. Vale la pena destacar que todavía quedan cuatro meses de trabajo, por lo que estas cifras serán más altas aún.
Un sargento de la fuerza, que trabaja en un puesto de control del este de la provincia, planteó una teoría sobre la evasión fiscal. “Nos dimos cuenta de que muchos tienen la teoría que si la carga pasa, pasa”, sostuvo.
El comisario Ferreyra profundizó esa teoría: “nuestra misión es advertir a los organismos competentes del hallazgo. El transportista se comunica con el dueño y, después de solucionar impositivamente el problema, se los deja continuar el viaje. Por eso se habla de retención y no de secuestro. En estos tres años si tuvimos cinco camiones detenidos por más de tres días es mucho”.
El fruto del desorden
En el Norte del país hay una situación contradictoria. La Justicia Federal de Salta clausuró y procesó a los dueños de la finca Karina, un paso ilegal y paralelo de mercadería de contrabando. Una organización alquiló un campo que está ubicado a dos kilómetros del paso fronterizo de Aguas Blancas para que los bagayeros recibieran la mercadería que ingresaba ilegalmente al país desde Bolivia. Los funcionarios de Orán decidieron tomar medidas urgentes para ordenar el caos que desatan los casi 15.000 vehículos (autos, utilitarios, camionetas y micros) que en promedio llegan diariamente a esa localidad para hacer compras en el vecino país. Una de las medidas es poner fin a la concesión de un terreno municipal a un tercero que lo utilizaba como centro de carga de productos de contrabando.
El desorden más el incremento de controles en las rutas en Tucumán es igual a cifras récords de decomiso de mercadería. Los bagayeros transportan en bultos vestimenta, calzados, ropa de cama, manteles, artículos electrodomésticos, tecnológicos y juguetes. Hasta el viernes la Policía incautó U$S2,8 millones en productos, casi el doble que en todo 2024. Esos artículos ingresan al mercado sin ser declarados, por lo que se concreta un festín de evasión fiscal. Las autoridades ahora están ante un dilema: todos los depósitos donde se guarda la mercadería están colapsados porque es demasiado largo el camino que se debe recorrer para que termine en manos de los más necesitados.
Los grises legales también alimentan al contrabando. Por ejemplo, en Argentina está tolerado y extendido el coqueo, pero las hojas de coca no pueden ingresar al país (se producen en Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia). Sin embargo, los policías secuestraron el producto que era transportado a Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Chaco, Mendoza, San Juan, Neuquén y Santa Cruz, por mencionar algunos destinos. En lo que va de 2025, se detectaron envíos por más de U$S555.000, casi un 80% más que en todo 2024.
Un peligro
La Nación también decidió blindar la frontera para frenar el avance del tráfico de droga. Pero los narcos ya comenzaron a buscar otras alternativas para eludir ese escudo. Al parecer, después de analizar la situación, eligieron otros caminos (por ejemplo, la llamada “La ruta de los valles”) y otras provincias como centro de acopio; Tucumán es una de ellas. Esa es una de las principales teorías que se manejan para entender por qué en estas tierras se secuestró 10 veces más cocaína que el año pasado y seis veces más marihuana que el año pasado.
El comisario Ferreyra tiene como gran desafío mantener los resultados del Operativo Lapacho. “Estamos preparados para mejorar los números porque hay una decisión política de las autoridades y del gobernador Osvaldo Jaldo en contar con más recursos humanos y tecnológicos para desarrollar esa tarea”, explicó.








