El deseo habita todas las creaciones de Susy Shock

La artista trans regresa a Tucumán con su nuevo libro “La Loreta y Pibe Roto”, que presentará esta noche en CiTá, y su disco “RevueloSur”. Rebeldía como posicionamiento..

RAÍCES TUCUMANAS. Susy Shock vuelve a la infancia en cada visita. RAÍCES TUCUMANAS. Susy Shock vuelve a la infancia en cada visita.

“Siempre cuando escribimos están nuestras propias historias, está una misma, por más que hagamos el juego de metaforizarnos, de simbolizar... A medida que pasa el tiempo, inclusive una se anima más a esa certeza, a esa honestidad. Es mi mirada, pero la verdad es que soy yo también en muchos de esos tramos y de esos personajes; o lo quisiera ser porque me sueño mejor persona”. La voz es de Susy Shock, la artista travesti multidisciplinaria que vuelve al Tucumán de sus raíces familiares para una doble actividad: esta noche, a las 21.30 en CiTá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457) presentará su nuevo libro “La Loreta y Pibe Roto”; y el jueves y viernes actuará en el teatro municipal Rosita Ávila (Las Piedras 1.550) con su banda La Bandada de Colibríes y los temas de su disco más reciente, “RevueloSur”, con el que recientemente recorrieron Europa.

El libro lanzado por editorial Muchas Nueces explora -a través de la ficción poética- las historias de dos amigas, La Loreta y La Juana, travestis que se conocen en un baño de Constitución y construyen una relación profunda, casi filial, a partir de la cual se acompañan y sostienen mutuamente entre el amor, la complicidad y la necesidad en un entorno social hostil.

“No vengo a contar cómo sufrimos, eso está todo el día, todo el tiempo. Pese a eso, nos paramos gozosamente en nuestro deseo. Mis historias travestis trans no hablan de sobrevivencia ni supervivencia, aunque las cuente. En todo caso es de una rebeldía y de la urgencia de revolucionar todo lo otro. Es un posicionamiento frente a lo otro para decir que no soy este mundo que me precede, este mundo que me violenta. Con todos los derechos que tenemos, inclusive a las revanchas y a las venganzas por todos los daños que nos han hecho y nos siguen haciendo, decidimos pararnos éticamente en todo lo contrario. Esa es ni más ni menos que la pedagogía travesti”, describe para LA GACETA.

En ese contexto, la escritora y cantante inquiere: “¿ustedes se paran rotundamente en su deseo? ¿Van corriendo aunque se les vaya la vida en eso, aunque les peligre la vida en eso? ¿En su propio deseo?”.

Una mezcla

Se reivindica “hija de una mamá tucumana y un papá pampeano que se conocieron en un conventillo del barrio de Balvanera, soy una mezcla rotunda de este sur del mundo que es la provincianía en una ciudad como Buenos Aires”. Y siempre recuerda a su abuela Rosa, aquella que le hablaba de que para estar linda había que tener “buena vida y poca vergüenza”.

“Tengo la nostalgia de aquellas personas que tuvieron que irse lejos de sus tierras, de sus calles, de su familia... crecí en ese tipo de folclores que añoraba un pago, a la vez que soy esa ciudad vertiginosa, a veces cruel y a la vez gigante en la diversidad de su arte y de su búsqueda”, describe.

En ese sentido, afirma que “volver a Tucumán es regresar a lugares de la infancia, es retornar a mi abuela Rosa, a eso que te va sellando la vida, que te forma, que te constituye, a esos mensajes que te dan personas”. “Pero también a los que te dan las montañas, los cerros y los cielos, que te da la música y el recorrido de la amistad y de los amores, porque los lugares son mucho más que la geografía y sus límites políticos: es esa emocionalidad que te constituye”, concluye.

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