Recuerdos fotográficos: 1909. Dos mil estudiantes cantan el himno por el “Mártir de Metán”

En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.

Recuerdos fotográficos: 1909. Dos mil estudiantes cantan el himno por el “Mártir de Metán”
Por Jorge Olmos Sgrosso y Roberto Delgado 05 Agosto 2025

La imagen muestra una multitud alrededor del árbol San Antonio de la hoy Escuela Sarmiento. La leyenda dice “1909. Homenaje en la Legislatura a Marco Manuel de Avellaneda. 2.000 estudiantes cantan el himno nacional”. Se trata de la más solemne recordación que se hizo, el 3 de octubre de 1909, al “Mártir de Metán”, que había sido degollado en 1841, 68 años antes, por Manuel Oribe en uno de los actos más sangrientos de las guerras civiles en esta parte del país, según cuenta Carlos Páez de la Torre (h).

Hay un encadenamiento de detalles históricos al respecto. El homenaje se hizo para colocar en la Legislatura el retrato de Avellaneda pintado por Aniceto Valdez. Cuando se descorrió el lienzo, “un grito mudo de admiración saludó el notable parecido de la artística tela”, recuerda Páez de la Torre en “Al mártir de Metán” (08/04/82).

Recuerdos fotográficos: 1909. Dos mil estudiantes cantan el himno por el “Mártir de Metán”

La primera imagen de Avellaneda (foto pequeña), a partir de la que se harían todos los retratos posteriores, se conoció 30 años después de su muerte, en 1871. Su hijo Nicolás Avellaneda, futuro presidente, siendo ministro de Justicia de Sarmiento, recibió la visita de un hombre que le entregó un paquete legado por su madre, que acababa de morir. Esta mujer había sido novia de adolescencia de Avellaneda y atesoraba un retrato en miniatura de él. Cuenta Páez de la Torre en “El rostro del ‘Mártir de Metán’” (19/04/95), que el dibujo había sido hecho en 1834 en Buenos Aires por el ingeniero Carlos Enrique Pellegrini, padre de quien sería Presidente en 1890. Marco Avellaneda (h), dijo en una carta: “debe ser de una gran semejanza, porque en el año de 1880 lo reconoció en el momento de verlo el doctor Alberdi”, quien había sido amigo entrañable de juventud de Avellaneda.

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