Después del duro golpe que significó la goleada 4-0 sufrida por Colón en su visita a Gimnasia de Jujuy, Luis Miguel "Pulga" Rodríguez decidió tomarse un respiro para visitar a su familia y regresó, aunque sea por unas horas, a un lugar que siente como suyo: el complejo de Atlético Tucumán. Allí pasó casi toda la mañana mientras el plantel profesional entrenaba bajo las órdenes de Lucas Pusineri, y aunque no brindó declaraciones, su presencia no pasó desapercibida.
El delantero, ídolo indiscutido del "Decano", fue recibido con afecto por varios conocidos dentro del club. Se lo vio distendido y sonriente, posando para fotos con Belén Varela, una de las nutricionistas del plantel profesional, y con Gustavo Pérez, entrenador de arqueros de las divisiones inferiores. El vínculo emocional que mantiene con Atlético quedó una vez más en evidencia, en una visita que tuvo más de corazón que de agenda.
Entre saludos y reencuentros, también compartió un momento con Matías Mansilla, arquero actual del club, con quien no coincidió en Atlético, pero sí compartió vestuario en Santiago del Estero. Otros que se acercaron a saludarlo y a charlar con "PR7" fueron Miguel Brizuela, Adrián Sánchez y Fausto Grillo, reflejando el respeto y el cariño que el simoqueño despierta en el ambiente.
Aunque su futuro inmediato sigue ligado a Colón, la visita de "Pulga" no pasó desapercibida en la mañana del lunes en el predio del "Decano".






