El entrenador, Miguel Ángel Russo, es uno de los principales señalados por el mal momento futbolístico de Boca Juniors, que acumula once partidos sin ganar, una racha histórica que genera mucha presión. En medio de esta crisis, se viralizó un video en el que Russo parecía tener dificultad para subir una escalera tras la derrota 1-0 ante Huracán, lo que alimentó rumores sobre su estado de salud.
Sin embargo, esas especulaciones fueron rápidamente desmentidas por su hijo, Ignacio Russo, quien en diálogo con DSports Radio aclaró que su padre está bien físicamente y tranquilo. "Mi papá está bien de salud, está contento, está feliz. Se hablan muchas cosas de más, pero el mundo Boca es así". Esta defensa pública apuntó a frenar las versiones que se habían difundido sin fundamentos claros.
Cabe recordar que Russo tuvo que enfrentar una dura batalla en 2017 cuando le diagnosticaron cáncer de próstata mientras dirigía a Millonarios en Colombia. A pesar de la enfermedad, continuó trabajando y pudo salir campeón poco después de una sesión de quimioterapia, demostrando su fortaleza y compromiso con el fútbol.
Por otro lado, el jugador de Tigre, que conoce bien la situación, también se expresó con optimismo respecto al DT. "Yo lo veo bien y eso me deja tranquilo. Se habla mucho porque él tampoco dice nada, no tiene por qué hacerlo. Tiene que tratar de ganar el próximo partido y calmar las cosas que se dicen". Su postura refleja la confianza que algunos mantienen en Russo dentro del ambiente futbolístico.
Un técnico fuerte frente a la crisis
Desde el predio de Boca se observa a Russo como un pilar fundamental para sostener al plantel, incluso en momentos donde debe liderar a la distancia y apoyarse en su cuerpo técnico, con colaboradores como Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez. La situación es delicada y cada encuentro se vuelve decisivo para recomponer el rumbo del equipo.
El próximo partido contra Racing representa una prueba clave para Russo en este tercer ciclo al frente del club. Una victoria sería vital para afrontar las tensiones internas, los reproches entre jugadores y la crisis que llevó al final de varios ciclos, como los de Marcos Rojo, Cristian Lema y Marcelo Saracchi, quienes quedaron marginados por problemas dentro del grupo.







