Alerta científica: por qué los ultraprocesados pueden generar adicción similar a las drogas

Una publicación en la revista Nature Medicine advierte sobre los efectos adictivos de ciertos alimentos industriales.

Los ultraprocesados son el grupo de alimentos más dañinos. Los ultraprocesados son el grupo de alimentos más dañinos.
09 Agosto 2025

Investigadoras de cuatro prestigiosas instituciones de Estados Unidos -las universidades de Drexel, Michigan, Pensilvania y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo- lanzaron una advertencia contundente: es hora de que la adicción a los alimentos ultraprocesados sea reconocida como un trastorno clínico. Así lo expresaron en un artículo publicado en Nature Medicine, donde argumentan que estos productos pueden generar dependencia, activando los mismos mecanismos cerebrales que sustancias como el alcohol o la cocaína.

El foco está puesto en alimentos y bebidas envasadas que pasan por múltiples procesos industriales, con alto contenido de azúcares, grasas y aditivos químicos, pero con escaso valor nutricional. Productos como snacks, gaseosas, helados, cereales y comidas instantáneas encajan en esta definición.

“No estamos diciendo que todos los alimentos sean adictivos. Estamos diciendo que muchos alimentos ultraprocesados están diseñados para ser adictivos. Y, a menos que reconozcamos esto, seguiremos fallándoles a las personas más afectadas, especialmente a los niños”, sostuvo Ashley Gearhardt, autora principal y profesora de Psicología en la Universidad de Michigan.

Evidencias acumuladas

El estudio se basó en casi 300 investigaciones realizadas en 36 países. Según las autoras, los ultraprocesados pueden desencadenar comportamientos adictivos, como la pérdida de control sobre el consumo, deseos intensos y consumo persistente pese a consecuencias negativas. Además, estudios de neuroimagen muestran que estos alimentos alteran los circuitos cerebrales del placer y la recompensa de manera similar al alcohol o las drogas.

Incluso destacan que medicamentos que reducen el deseo por ultraprocesados, como los análogos del GLP-1 -utilizados para bajar de peso-, también han demostrado eficacia contra el consumo compulsivo de sustancias, lo que refuerza la hipótesis de mecanismos neurobiológicos comunes.

“El criterio para reconocer una adicción fue mucho más laxo en otros casos. Ya es hora de que la adicción a los alimentos ultraprocesados sea sometida al mismo rigor científico”, afirmó Erica LaFata, coautora y profesora en la Universidad Drexel.

Una omisión peligrosa

Las investigadoras advierten que no considerar esta adicción de forma formal podría tener graves consecuencias para la salud pública mundial. En Estados Unidos, la FDA y los Institutos Nacionales de Salud ya lanzaron una iniciativa conjunta, inspirada en la lucha contra el tabaquismo, para investigar esta problemática.

Carlos Monteiro, creador del concepto de alimentos ultraprocesados y profesor de la Universidad de São Paulo, celebró el artículo en redes sociales, destacando los “argumentos convincentes” de estas expertas para impulsar políticas de prevención, tratamiento y regulación más efectivas.

¿Alimento o droga?

Una crítica habitual es que los alimentos son necesarios para vivir, a diferencia del tabaco o el alcohol. Pero las autoras responden que los ultraprocesados distan mucho de los alimentos naturales. “La gente no se vuelve adicta a las manzanas o al arroz integral. Están luchando contra productos industriales diseñados específicamente para actuar sobre el cerebro como una droga: de forma rápida, intensa y repetida”, señala Gearhardt.

Según el artículo, estos productos funcionan “más como la nicotina que como nutrición”, y alertan que los niños son el público más vulnerable ante esta oferta alimentaria masiva.

¿Qué hacer?

Las científicas piden que se reconozca formalmente la adicción a los ultraprocesados, se desarrollen herramientas de diagnóstico, se financien tratamientos y se apliquen medidas similares a las del control del tabaco: restricciones publicitarias, campañas de concientización y regulaciones estrictas.

Cómo identificarlos

El concepto de alimentos ultraprocesados fue desarrollado por investigadores de la Universidad de São Paulo a través del sistema NOVA, que clasifica los alimentos en cuatro grupos:

Naturales o mínimamente procesados: frutas, verduras, carnes, granos.

Ingredientes culinarios procesados: aceites, azúcar, sal.

Procesados: panes, quesos, conservas.

Ultraprocesados: productos industriales con múltiples aditivos, saborizantes y bajo valor nutricional, como refrescos, snacks, dulces, fideos instantáneos y panes industriales.

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