Prohibición de bolsas: “se va a respetar, pero afecta a la economía”

En cinco meses se hará efectiva la ordenanza que impide a los comercios entregar envases de plástico en la Capital. El panorama de las empresas.

FOCO. En especial, sentirán el golpe de la medida los supermercados, los almacenes y las verdulerías, entre otros. FOCO. En especial, sentirán el golpe de la medida los supermercados, los almacenes y las verdulerías, entre otros.

A partir del 1 de enero de 2026 los comercios de la Capital no podrán entregar bolsas de plástico, de acuerdo a lo establecido por una ordenanza aprobada el año pasado en el Concejo Deliberante. La disposición complica el panorama de las empresas fabricantes, que aseguran que la producción cayó a niveles históricos. Mientras tanto, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán avanza en la promoción del uso de envases alternativos.

La norma obtuvo el visto bueno en el recinto capitalino en julio del año pasado, por iniciativa del oficialista Emiliano Vargas Aignasse. Allí se dispuso la prohibición de la utilización de envases de 2° grado de polietileno o polipropileno en el expendio de mercaderías en supermercados y comercios, además de ordenar su reemplazo por envases de papel o papel reciclado. A pedido de los empresarios del sector, el plazo de cumplimiento de la ordenanza quedó fijado para el primer día de 2026 (en cinco meses).

Si bien la fabricación del plástico arrastra caídas desde hace tiempo por los efectos que el material causa en el medio ambiente, en la actualidad la capacidad productiva se redujo aún más con números de entre el 20 y el 40%. “Venimos desde el año pasado con problemas. En las empresas, cuando están funcionando bien, la capacidad productiva se sostiene en un 70%, no solo en bolsas. Pero puede caer a un 30 o un 40%; hoy por hoy estamos rondando el 20%”, sostuvo Roberto Fernández, secretario adjunto de la Industria del Plástico de Tucumán.

El referente habló de la normativa municipal y consideró que “el problema del plástico es el uso responsable de quien lo maneja”. “No estoy en contra del medio ambiente, al contrario. Pero creo que vinimos muy acelerados a sacar las bolsas del medio y van surgiendo problemas porque se reduce la mano de obra, además de la situación que estamos teniendo a nivel nacional con los despidos”, señaló.

Costo elevado

Una de las alternativas en la industria del plástico es la fabricación de bolsas con material biodegradable. El problema, en tanto, es que aquel componente vuelve más costosa la producción y los envases resultan menos atractivos para la compra mayorista. “La bolsa biodegradable dura entre tres a seis meses, depende de la cantidad y el uso que se le dé. Entonces ahora el consumidor no hace los pedidos que hacía antes, de 10 o cinco millones de bolsas, porque no sabe si de acá a seis meses le va a servir todavía”, explicó Fernández.

El secretario adjunto de la Industria aseveró que “se va a respetar la ordenanza, pero afecta a la economía”. “Lo único que hacemos es terminar de deteriorar lo que hay dentro de la economía nacional, que ya está cerrando fábricas y dejando a gente sin trabajo. Nosotros aportamos a todo eso, porque además el reciclado existe. Hay que educar a la población”, planteó.

En diálogo con LA GACETA, Fernández fue consultado por el porcentaje de producción que suponen las bolsas en la industria del plástico. “De la venta en su totalidad, debe ser que se ha perdido más o menos un 65%. Son varias toneladas de producción. Hay algunas empresas chicas, con 30 trabajadores, que pueden funcionar, pero hay otras que para hacer andar una máquina tienen que recibir pedidos de uno o dos millones de bolsas porque si no, no les sirve al ser máquinas de mucho consumo. Las que están prevaleciendo ahora son las empresas chicas o medianas”, explicó.

Y reiteró: “Hay que hacer inversiones y concientizar a la gente. Cuando entrás al súper, el plástico es un 75% de lo que está en las góndolas”.

Capacitaciones

Sobre el trabajo que lleva adelante la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable en pos de preparar la futura implementación de la ordenanza, Julieta Migliavacca, su jefa, comentó: “estamos capacitando sobre la reducción del uso del plástico y, por otro lado, planteando iniciativas para promover el uso de bolsas alternativas”.

La funcionaria municipal agregó que en el marco de esa promoción es que también se advierte sobre la próxima prohibición de las bolsas de plástico. “Estamos recordándole a la gente que la ordenanza se va a poner en funcionamiento el 31 de diciembre, y también con los industriales viendo algunas alternativas de bolsas hechas con material reutilizado para que puedan seguir entregando en los comercios”, mencionó.

La autoridad de aplicación de los controles futuros no está definida, pero se cree que será la oficina que maneja Migliavacca. “Estamos trabajando en distintas líneas de acción, pero es un tema que se sabrá bien llegado el momento. Por ahora avanzamos explicándoles que a partir de tal fecha, y sobre todo en los barrios donde la gente va a la verdulería -por ejemplo- con las bolsas plásticas, estará prohibido y deberá reemplazarse. No es solo la bolsa plástica, sino el hecho de tratar de reducir el envase secundario”, concluyó.

Programa de 2016: hace casi una década, el objetivo era reducir

La ordenanza N° 4.833, aprobada el 11 de agosto de 2016, creó el programa para la reducción de la utilización de bolsas de plástico en el expendio de mercaderías en hipermercados, supermercados, shoppings y en todos los comercios o entidades que desempeñen tareas o actividad comercial en San Miguel de Tucumán. La diferencia con la que está a punto de efectivizarse es que una habla de reducción y la otra (la más reciente) de prohibición. La sancionada hace casi una década establecía que los locales tendrían cuatro meses para implementar envases de material biodegradable (papel, papel reciclado o similar) o bolsas reutilizables (de malla, tela u otro) e imponía sanciones para aquel que no diera cumplimiento a la norma.

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