"Harón" bebió vino con hielo durante la previa "decana". DIEGO ARÁOZ/LA GACETA
En San Pablo, lo conocen como “Harón”. Su nombre real es Víctor Manuel, pero ese apodo que le puso su madrina, sin explicación alguna, le quedó tatuado para siempre. Como la pasión por Atlético, que le atraviesa la vida entera. Hoy, en el Picódromo santiagueño, ese terreno baldío al costado de la ruta 9, “Harón” no solo se acomodó con su grupo de amigos, sino que también colgó una bandera en uno de los árboles, con los nombres de su madre, su hijo y él mismo. Ahí, entre el humo del asado y en la espera del partido entre el "Decano" y Boca por Copa Argentina, desplegó también una historia repleta de anécdotas.
“Pedí permiso en el trabajo y me dijeron que no. Igual vine”, cuenta, con una mezcla de orgullo y resignación. Es albañil, y sabe que cuando vuelva no tiene garantizado el puesto. “Capaz me corren. Y si gana Atlético, capaz ni volvemos mañana”, bromea mientras sostiene un vaso con vino y observa cómo gira la carne en la parrilla.
El viaje lo organizó con tiempo, apenas Atlético le ganó a All Boys por los 32avos de final. No viaja solo: está con su grupo de siempre y su bandera. “Mi abuelo nos hizo de Atlético a todos: a mi mamá, a mis tíos, a todos. Y ahora yo hice lo mismo con mi hijo, que tiene cinco meses y ya es del ‘Deca’”, dice.
Pero no todo fue siempre fiesta. “Harón” recuerda que hace algunos años se separó de su pareja por ir a la cancha. “Ella no quería que vaya y yo fui igual. Me mandó un par de mensajes diciéndome que hasta ahí llegábamos”, recuerda. Sin embargo, el final fue feliz: “Después entendió mi pasión, la llevé a la cancha y la hice hincha de Atlético”.
Para “Harón”, el amor por Atlético no se explica, se siente. Y se actúa. Se actúa cuando uno se juega el trabajo por estar, cuando convierte las discusiones en lealtades, cuando arma una bandera y la cuelga de un árbol como un altar improvisado. “Si gana Atlético, volvemos felices. Si me echan, bueno… no será la primera locura que hago por el Deca”, lanza, riéndose, mientras ajusta el nudo de la bandera en una de las ramas del Picódromo.







