Seis claves que explican por qué Lawn Tennis marca el rumbo en el rugby tucumano

Álvaro Tejeda, head coach de los "Benjamines", explicó en que se basa el “proceso” que sus jugadores valoraron tras la consagración en el Anual Tucumano.

Seis claves que explican por qué Lawn Tennis marca el rumbo en el rugby tucumano LA GACETA / Diego Aráoz

El título no llegó por azar ni por una ráfaga de inspiración pasajera. Fue el resultado de un proceso largo, exigente y profundamente humano. Competencia, compromiso, cabeza fría, base física, juego integral, valores internos y sentido de pertenencia: esas son las claves que explican la consagración de Lawn Tennis

Bajo la conducción de Álvaro Tejeda, el equipo construyó mucho más que un buen juego: forjó una identidad. Y en cada paso, desde los entrenamientos hasta la última jugada del partido final, fue sembrando la idea de que se puede ganar con talento, pero sólo se trasciende con cultura de equipo.

Competencia y compromiso

“Siempre es importante jugar el último partido. Después, una pelota puede picar para un lado o para el otro. Pero lo clave es estar siempre en competencia, llegar a la última instancia, competir hasta el último minuto. Eso nos da una felicidad inmensa. Venimos valorando mucho el proceso. En 2023 no nos fue tan bien, pero lo seguimos. Ahora hicimos algunos cambios y seguimos trabajando. Este trofeo representa eso: que el proceso empezó y que vamos por el camino correcto”, le manifestó Tejeda a LA GACETA.

Para el entrenador, lo más importante no se reduce sólo a ganar un título, sino que también valora sostener la presencia competitiva. Tejeda resalta que lo vivido en años anteriores, incluso cuando los resultados no fueron los mejores, fue fundamental para construir una identidad. El compromiso con el proceso, con el largo plazo y con la mejora continua es lo que explica en parte la consagración reciente. Lawn Tennis es, según su entrenador, un equipo que aprendió a estar y a no irse nunca de la pelea.

Cabeza fría y a jugar

“En 2023 perdimos muchos partidos por muy poco y sobre la hora; de igual manera como ganamos el domingo. No sé si es que no nos creían, pero hubo un cambio de mentalidad: decir ‘miramos al frente, jugamos al rugby’. No hacer lo que dicen los libros. Si falta un minuto no es patear por patear: es ver si hay oportunidad de jugar. Es entender el juego y adaptarse. Nosotros nos fuimos convenciendo con estas ideas, con pequeñas cosas que se fueron construyendo. Y los jugadores empezaron a creer en eso”, manifestó el entrenador, que resaltó cómo el equipo abandonó esquemas rígidos para jugar con mayor inteligencia, audacia y sentido colectivo en los últimos dos años. El cambio no fue sólo táctico, sino cultural: mirar al frente, tomar decisiones dentro del campo y animarse a romper moldes. El rugby que propone Lawn Tennis ahora es más integral, más pensado y al mismo tiempo más instintivo. Según Tejeda, ese “nuevo paradigma” fue clave para que el equipo elevara su nivel competitivo en los momentos decisivos.

Seis claves que explican por qué Lawn Tennis marca el rumbo en el rugby tucumano LA GACETA / Diego Aráoz

Físico óptimo y juego integral

“El proceso empezó también desde lo físico. Queríamos jugar un rugby de 15, de 20 jugadores, y para eso necesitás una base física. Hoy se juega rápido, dinámico y con presión. Entonces trabajamos fuerte en esa parte. Antes había cosas que no podías hacer, y ahora sí. Eso te permite tener otra cabeza, otra energía. Y además los chicos nos creyeron. Fueron entendiendo que sin esa base física no podés sostener el estilo que queremos”, manifestó Tejeda. El entrenador puso énfasis en que el juego integral que busca Lawn Tennis necesita una condición física de alto nivel. No es sólo correr más, sino sostener un ritmo intenso y una toma de decisiones constante durante todo el partido. El trabajo en esa área fue intencional, progresivo y clave para consolidar una identidad de juego más ambiciosa. El entrenador también reconoció el mérito del plantel por confiar en ese proceso y comprometerse con el esfuerzo necesario para hacerlo realidad. “Un proceso no es algo de dos años, quizás para afuera se vea así, pero nosotros venimos trabajando con los más chicos, formando jugadores que nos sirvan para esta idea”, agregó.

Valores internos y compañerismo

“Nosotros como cuerpo técnico tenemos claras tres o cuatro cosas: la competencia interna, el respeto, el compañerismo y poner al equipo por encima del individuo. Si te tengo que corregir, lo hago, pero después te levanto y te apoyo. Esa base es la que hemos construido. No nos desenfocamos de esos valores nunca. Los jugadores han ido creyendo en eso, y eso ha generado algo muy difícil de explicar. Ese fuego interno, esa mística, ese querer más”, explicó. En las palabras de Tejeda queda claro que los pilares del equipo no son sólo físicos o técnicos, sino profundamente humanos. El respeto mutuo, la solidaridad entre compañeros y el sentido de pertenencia fueron fundamentales para que los “Benjamines”_se conviertan en un verdadero grupo. La mística a la que se refiere no es una palabra vacía: es el resultado de construir un ambiente en el que todos tiran para el mismo lado, y donde el “nosotros” siempre está por encima del “yo”.

Sacrificio y formación

El foco está en el desafío que enfrentan los jóvenes hoy: elegir en un mundo lleno de distracciones. Para él, parte del crecimiento del equipo tuvo que ver con que los jugadores empezaron a entender el valor del sacrificio, de postergar lo inmediato por algo más grande. Esa madurez es lo que hoy los distingue. No se trata únicamente de entrenarse fuerte, sino de elegir hacerlo por sobre otras opciones, de comprometerse con un camino colectivo. Y eso, para el entrenador, vale más que cualquier trofeo. “Hoy los chicos tienen todo: celular, Play, fútbol, cumpleaños… Pero lo que no saben todavía es elegir. Nosotros teníamos que entrenar, ellos tienen que dejar cosas por algo más grande. Ese sacrificio es al revés: decir no a ciertas cosas. Nosotros no sólo entrenamos rugby, también ayudamos a formar personas que aprendan a renunciar a algo por un objetivo. Esas decisiones fueron creciendo en el grupo. Y hoy, después de todo lo que pasó el año pasado, mantener la misma intensidad mental, eso es lo que más valoro”, resaltó el entrenador.

Un referente adentro y afuera

Tejeda no oculta su admiración por lo que representa Nicolás Sánchez para Lawn Tennis. Su presencia no es sólo simbólica: actúa como guía, consejero y espejo para los más jóvenes. La figura de “Nico” aporta identidad, humildad y experiencia, y ayuda a reforzar la cultura del esfuerzo y el sentido de pertenencia. En palabras del entrenador, su cercanía fue clave para potenciar la confianza del grupo y consolidar la idea de que el camino correcto es el del trabajo, el respeto y el compromiso. “La llegada de ‘Nico’ (Sánchez) también fue ese plus que quizá necesitábamos. Sigue cerca del grupo, sigue acompañando. Y no es sólo por lo que representa como jugador, sino por lo que transmite. Él viene, habla con los chicos, está presente y comparte. Y eso tiene un impacto muy fuerte. Porque no todos los días tenés a alguien que jugó al máximo nivel mundial y que sigue tan conectado con el club, con la gente, con los valores que queremos transmitir”, detalló.

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