FOTO: DIEGO ARAOZ - LA GACETA
La Caldera del Parque explotó. No hubo una sola garganta de los “benjamines” que no rugiera, cuando Miguel Mukdise apoyó el último try de la tarde sobre la chicharra. Lawn Tennis se consagró campeón del Torneo Anual Tucumano de Rugby en un desenlace de película, entre el empuje del “8” y la categoría de Sebastián Ferro para ir a los palos le dieron el 24-22 definitivo ante Tucumán Rugby.
El partido fue todo lo que se espera de una final: cambiante, tenso, con juego físico y estratégico, con momentos de lucidez y otros de nervio. Más de 8.000 espectadores colmaron las tribunas de un estadio vestido de fiesta, con dos hinchadas que alentaron sin parar, y con un clima ideal para el espectáculo.
“Miguel es un animal”, dijo entre risas y emoción Pedro Bottini, uno de los líderes del equipo. “Sabíamos que se iba a definir en la última. Cuando recuperamos esa pelota pensé que se venían ellos, pero el grupo estaba convencido. Fuimos a buscarlo porque teníamos claro desde el minuto uno lo que queríamos. Este equipo fue de menos a más, engranamos como máquina y terminamos festejando con nuestra gente”, aseguró, mientras aún se escuchaban cánticos desde las tribunas.
Para Mukdise, el héroe del desenlace, la emoción era incontenible. “Sí, la verdad que la adrenalina está bajando ahora ¿cuánto pasó 30 minutos?. Fue una pelota muy difícil, el scrum fue durísimo todo el partido, pero cuando terminó… fue una felicidad enorme”, relató con la sonrisa obvia de alguien que sabe que fue fundamental para lograr la épica de la tarde.
“Ganar así es increíble. Obvio que prefiero siempre ganar, como sea, pero hacerlo así, en la última, es algo que no se olvida más”, afirmó el tercera línea, quien fue el protagonista de la jugada que desató el carnaval en las tribunas. “Nos obligaron a ir a buscar el partido. Penal contra penal, y nos fuimos al line, al scrum… Los forwards que tenemos son una locura”, agregó.
La lectura táctica y la calma vino de la mano de Joaquín López Islas, símbolo de un equipo que fue construyendo su identidad partido a partido. “¿Por qué somos campeones? Por el trabajo. Desde 2023 este equipo ha apostado a un proceso que, aunque por momentos no dio resultados, siguió creyendo. Y eso tiene premio. Somos un equipo sacrificado que se sobrepuso a muchas cosas”, reflexionó en un momento de éxtasis pleno.
Una de esas “cosas” fue la salida de Nicolás Sánchez, emblema del club y figura a nivel nacional. Su ausencia, lejos de derrumbar al equipo, se convirtió en un motor. “Suplir a Nico es muy difícil. Pero tratamos de que el proyecto 2025 sea una extensión del 2023. Volver a engranar lleva tiempo, pero el equipo trabajó y evolucionó. El título es fruto de eso”, sostuvo López Islas.
“Fue sufrir, pero disfrutar al mismo tiempo”, resumió Bottini. “No hay nada más lindo que ganar sobre la hora, te queda marcado. Es el recuerdo que te llevás para siempre. Y lo hicimos con nuestra gente, que nunca dejó de alentar”, agregó el capitán.
López Islas coincidió: “Ganar así, contra un rival como Tucumán Rugby, que viene haciendo las cosas muy bien, tiene otro valor. Es el partido que todos queríamos ganar, y se dio de la mejor forma”, remarcó.
Ahora, Lawn Tennis ya piensa en lo que viene. “Hasta mañana se festeja, después a entrenar de nuevo porque el año sigue y se viene el Regional”, dijo López Islas, sin perder de vista los próximos desafíos. Pero lo que ocurrió este domingo quedará en la memoria colectiva del club y del rugby tucumano.







