

En estas tardes de invierno, cuando el sol apenas se asoma entre las nubes y el cuerpo pide abrigo, hay recetas que reconfortan más que otras. Una de ellas es, sin dudas, el budín de pan.
Fácil, económico y cargado de nostalgia, este postre tradicional vuelve a las mesas tucumanas con fuerza, especialmente cuando se trata de combatir el frío con algo dulce y calentito.
No hace falta ser un experto en cocina para animarse a prepararlo: basta con tener pan del día anterior, leche, huevos, azúcar y un toque de esencia de vainilla o ralladura de limón. Algunos le suman pasas de uva, nueces o chocolate para darle un giro más personal.
El budín de pan no solo es una receta que rescata sabores del pasado, sino también una forma de no desperdiciar alimentos y aprovechar lo que hay en casa.
Se cocina al horno, a baño María, y se disfruta tanto tibio como frío, solo o con un poco de dulce de leche por encima.







