Redes sociales en la política: ¿los “likes” pueden leerse como votos?

El avance de la tecnología irrumpió con fuerza en las estrategias de comunicación política. Cómo la audiencia recepciona estos mensajes y por qué hoy lo humorístico “pega más”.

EN LAS URNAS. Expertos analizan si las estrategias en redes sociales influyen en el voto.  la gaceta / archivo EN LAS URNAS. Expertos analizan si las estrategias en redes sociales influyen en el voto. la gaceta / archivo

Las décadas de 1990 y de principios de los 2000 estuvieron marcadas por el surgimiento de las redes sociales como impulsoras de la conexión virtual. Como todo, los sistemas crecen y se reinventan; y aparecen así nuevas herramientas de comunicación como los canales de streaming, Tik Tok o la última apuesta de Mark Zuckerberg, Threads. Al mismo tiempo, los modos de hacer política atravesaron los periódicos, la radio y la televisión, y hoy se nutren del contenido creado para las plataformas digitales. ¿Qué espacio ocupan las redes sociales en el armado de las estrategias políticas? ¿Los “likes” pueden convertirse en votos?

“Es un hecho innegable que las redes sociales han transformado la forma en que la política se comunica y se percibe: plataformas como Facebook, Instagram, X y Tik Tok se han convertido en los escenarios primordiales en donde los políticos construyen su imagen, convocan adhesiones y diseñan las fronteras que los separan de sus antagonistas”, explica María Marta Luján, docente universitaria e investigadora en Comunicación.

Exposición gratuita

Marcelo Caram, abogado y docente universitario, asegura que “vivimos en una era digital en la que los contenidos se van a tener que adaptar a las realidades de las personas” y cita a Marshall McLuhan, filósofo canadiense, cuando decía que “las sociedades avanzan a la velocidad de la comunicación”. El profesional considera que las redes sociales son el medio menos costoso que tiene un político para ser visibilizado. “Un político es conocido cuando entre un 5 y un 8% de la ciudadanía lo registra. ¿Cuál es la manera en la que podés ser visibilizado hoy? Un bombardeo de imágenes a través de las redes sociales. Y es gratis, si no pagás publicidad”, sostiene.

Sin embargo, Caram retoma lo dicho por McLuhan y señala que la velocidad de la comunicación está dada por un instantáneo. “En Twitter, un posteo no dura tres segundos en la mano de un joven, porque no lo leen. Y así, los ‘likes’ son solo eso y duran lo que vos lo mandás. Es como un amor de juventud, dura poquito. El ‘like’ es algo que muchas veces juega, pero no se traduce en votos ”, distingue.

Sobre este punto coincide Patricio Adorno, politólogo y analista político. Él reconoce que las redes sociales construyen y refuerzan en las audiencias la imagen pública y la narración de los políticos, pero reafirma que “la orientación política está influenciada por otros elementos más profundos que pueden ser impermeables, incluso, ante la mejor estrategia o táctica comunicacional”. “En pocas palabras, sí visibilizan a los políticos, pero el desafío de lograr la conexión y crear comunidades sigue recayendo, como siempre, en el emisor del mensaje”, resume.

Dicho por ellos mismos

En marzo del año pasado, en una entrevista con LN+, el presidente Javier Milei se había llamado a sí mismo “un animal de las redes sociales”, presentándolas como un mecanismo de comunicación directa con la ciudadanía. “Yo no necesito un intermediario: yo manejo mi propio Twitter, mi propio Facebook y mi Instagram. En la campaña, como no teníamos financiamiento, usábamos las redes sociales”, había planteado.

Caram aduce que Milei “juega al 3-1”. “Tira una idea complicada (la que sea: ‘fulano es ladrón’), ese tema golpea, al día siguiente todos los medios la levantan y al tercer día ya desaparece, entonces tira un tema nuevo otra vez. Durante toda su campaña lo hizo: hasta diciendo que el papa Francisco era ‘el representante del maligno en la Tierra’. Al cuarto día ya se estaba hablando de otra cosa”, razona.

Otro ejemplo son las declaraciones de la intendenta, Rossana Chahla, sobre su estrategia en redes sociales. En su cuenta de Tik Tok tiene más de 65.000 seguidores y acumula 1 millón de “me gusta”. “Es la comunicación que nosotros implementamos a partir de un Tik Tok sobre el cambio de calles de San Lorenzo y Crisóstomo Álvarez, porque un video de Rosalía bailando para otro lado dio mucho más resultado que el de nosotros comunicando que cambiamos de mano. Ahí nos dimos cuenta que la estrategia podría ser también desde el humor u otra parte, porque la gente lo ve y lo asimila más”, dijo en los últimos días.

Del análisis de lo humorístico y lo “bizarro” salen dos posturas. Por un lado, Adorno observa que “seguramente estemos frente a un alto grado de agotamiento del modelo de comunicación tradicional”, aunque en momentos cruciales como balotajes, la asunción presidencial o discursos de apertura de sesiones se tengan altos números de raiting. “En lo cotidiano se evidencia más la disrupción. La diferencia radica en la capacidad de generar un sentimiento de conexión identitaria con la audiencia; los nuevos formatos privilegian los modos directos y menos formales”, apunta.

Por su parte, Caram plantea que tiene que ver con un análisis psicológico. “La gente recuerda más lo bizarro, lo que está mal o las agresiones por sobre lo normal; de lo contrario no existirían las fake news ni las campañas negativas. Existen porque psicológicamente influyen sobre las personas y lo que recuerdan”, analiza. Y agrega: “si yo pregunto qué dijo Chahla en el discurso inaugural cuando asumió y qué dijo en el video del robot funcionario, ¿de qué se van a acordar? De las tantas cosas que dijo Milei nadie se acuerda, pero sí recordarán que dijo que el papa Francisco era el demonio”.

En la agenda

Un último caso de relevancia por su estrategia política es el de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La dos veces jefa de Estado reemplazó el uso de la cadena nacional (más de 130 en ocho años de gestión) por un uso masivo de Twitter; algo que hoy, al estar cumpliendo una prisión domiciliaria, reaparece como una fuerte herramienta. “No teniendo ningún tipo de restricción a la comunicación a través de plataformas, es como si estuviera dando una nota en vivo todo el tiempo. Eso la mantiene en la agenda”, asevera Caram.

Las reflexiones finales y la explicación sobre por qué las redes sociales tienen tanto poder e influencia en la sociedad fue dada por Luján. “Constituyen un nuevo ágora o foro de debate, que permite a los políticos llegar a la ciudadanía de un modo más rápido y directo, más horizontal y dialógico en relación a los medios tradicionales, en los que la difusión de los mensajes era unilateral. Hoy las redes invitan a la participación, estableciendo una comunicación bidireccional. Los usuarios discuten, opinan, concuerdan, exponen e intercambian puntos de vista. Los mensajes se difunden y replican”, interpreta.

La investigadora advierte en que la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) y el exceso de las fake news enciende las alarmas sobre el manejo de la comunicación en la era digital. “Para enfrentar este reto, necesitamos con urgencia alfabetización mediática e informacional. Enseñar a discernir, cuestionar y verificar la información, y exigir transparencia tanto en medios tradicionales como en plataformas digitales, es una tarea urgente. La protección del derecho humano a la información, base de nuestras democracias, exige respuestas claras frente a los avances tecnológicos”, concluye.

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