9 de Julio en Tucumán: el clima político afecta el vuelo presidencial

Las nubes no se disiparon. Javier Milei tenía boleto de ida hacia Tucumán, pero la vuelta estaba complicada. Casa Militar y el Servicio Meteorológico Nacional pronosticaban una densa neblina que tornaba difícil el regreso a Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El presidente de la Nación no pudo venir a encabezar el 209° aniversario de la Declaración de la Independencia. Tampoco pudo asistir su gabinete en una ceremonia tradicional en la que San Miguel de Tucumán es Capital de la República. Cerca del atardecer, el gobernador, Osvaldo Jaldo, recibió una llamada desde la Casa Rosada. “Lamentablemente no podremos asistir a los actos”, le comunicó la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.

El mandatario provincial, entonces, debía utilizar los atributos. Se calzó la banda y tomó el bastón de mando, algo poco común para estas fechas patrias donde la presencia de un Presidente encabeza el protocolo. Antes había pasado durante la pandemia de la covid-19, hace cinco años, en la que Juan Manzur lució esos atributos hasta que se conectó por videollamada el entonces presidente, Alberto Fernández.

Anoche, la postal fue muy diferente a la que se vivió hace un año, cuando 18 gobernadores acompañaron a Milei en su primer año de mandato y a las puertas de la Ley Bases, con la que el jefe de Estado profundizó el ajuste en la Argentina. Eran otros tiempos. Ahora, el acto se limitó a la entonación del Himno Nacional, a la medianoche, musicalizada por la Banda Militar “Coronel Bonifacio Ruiz de los Llanos”, vestidos de “los Infernales”. La firma del acta de homenaje a los Próceres de 1816 fue firmada por el gobernador, por los vicegobernadores Miguel Acevedo (Tucumán), Antonio Marocco (Salta) y Alicia Griselda Aluani (Entre Ríos), y la intendenta capitalina Rossana Chahla que, pese a las inclemencias del tiempo, pudo llegar a tiempo desde Buenos Aires.

La noche tucumana fue agradable, pero el clima político es muy diferente al del año pasado. El analista político Sergio Berensztein señala a LA GACETA que las postales del 9 de Julio pasado con el actual es muy clara. “En un año, el clima político cambió mucho. No es el mismo Presidente; no es el mismo gobierno y, además, Milei y La Libertad Avanza enfrentan a los líderes provinciales en las elecciones del 26 de octubre”, observa el politólogo.

Berensztein puntualiza que, en este tiempo, el vínculo de los gobernadores con el Poder Ejecutivo Nacional gradualmente se está complicando. Esto no sólo se evidencia en la puja por el reparto de los recursos coparticipables y por la desaparición de la obra pública financiada por el Estado nacional, sino también por las actitudes de los funcionarios nacionales con sus pares provinciales. “Uno puede ver, por ejemplo, los esfuerzos del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para sostener el diálogo con los gobernadores, pero otros funcionarios son más duros y eso generó hartazgo entre los mandatarios”, indica.

Todo esto, a su criterio, va minando no sólo la relación Nación-provincias, que hizo eclosión en la última convocatoria de los gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde dialoguistas, moderados y opositores demostraron estar más unidos que antes frente a los ajustes de la Casa Rosada.

“Da la impresión que el Gobierno nacional todavía no ha tomado nota de cómo está cambiando el humor de la sociedad algo que los gobernadores sí son más conscientes de ese fenómeno”, analiza Berensztein. “La fatiga de distintos sectores se va sintiendo cada vez más”, acota.

A primera hora de ayer pocos gobernadores habían confirmado su presencia en los actos patrios. Raúl Jalil (Catamarca), Carlos Sadir (Jujuy) y Gustavo Sáenz (Salta) eran sólo algunos de los que preveían venir a Tucumán. Una coincidencia: todos ellos son dialoguistas, al igual que Jaldo.

Con el poncho

Apenas terminó en los primeros minutos de hoy el acto de homenaje a los congresales de 1816 en la Casa Histórica, el mandatario provincial se dirigió hacia la Casa de Gobierno. Se sacó los atributos, también el saco y se vistió con el tradicional poncho tucumano, mientras el “Chaqueño” Palavecino subía al escenario montado en la esplanada de la Casa de Gobierno. Unos minutos más tarde, habló con LA GACETA. En una de sus primeras reflexiones sobre la Vigilia y la ausencia presidencial, Jaldo expresó que le acercaron los informes meteorológicos. “Tucumán siempre tendrá los brazos abiertos para recibirlos, cuando ellos decidan visitarnos”, afirmó. En lo que va del año, Milei ha viajado más al exterior que a las provincias. Más allá de eso, el gobernador tucumano dijo que fechas como la de hoy “invitan a los dirigentes políticos a deponer sus diferencias ideológicas, más aún en aquellos que tienen la responsabilidad institucional de gobernar”.

Jaldo continuó con su mensaje. “Es necesario dejar atrás las grietas y las diferencias políticas, que puede que resurjan cerca de las elecciones, pero en el mientras tanto hay que gobernar”.

El mandatario insistió en que la sociedad está reclamando a sus funcionarios que consoliden la economía, de tal manera de que una expansión de la actividad derrame a todos los agentes económicos. “En ese aspecto, es fundamental que ese derrame llegue a todos, incluidas las 23 provincias argentinas”, puntualizó.

Anoche, el ambiente en el tercer patio de la Casa Histórica fue distendido. Los funcionarios compartieron un ágape junto con los principales referentes de La Libertad Avanza, invitados por Presidencia de la Nación para acompañar a la comitiva nacional. También los colaboradores de Jaldo intercambiaron impresiones con los de la intendente Chahla. La sensación generalizada era de alivio. Gran parte de los presentes consideraban que la noche se prestaba a una interpretación política en la que la ausencia masiva de gobernadores era un mensaje directo al corazón del poder de la Casa Rosada.

El clima político se ha modificado, pese a que los indicadores macroeconómicos han mejorado. Ese mismo factor atenta contra el vuelo de Milei hacia el objetivo de alcanzar la mayor cantidad de bancas posibles en las elecciones de octubre.

En 2024: todos con el “Pacto de Mayo”

Hace un año, en la Casa Histórica, el presidente, Javier Milei, firmó junto al tucumano Osvaldo Jaldo y a otros 17 gobernadores el Pacto de Mayo con el fin de “reconstituir las Bases de la Argentina y reinsertar a nuestro pueblo en la senda del desarrollo y la prosperidad”, según reza el compromiso escrito. Ese acuerdo contenía 10 medidas que, entre otras incluía que el equilibrio fiscal era innegociable y que la Argentina debía encarar reformas profundas. Un año después esa discusión persiste.