"Si no hay previa, no hay partido": el ritual de los hinchas de San Martín en Santiago del Estero

Un grupo de amigos llevó la pasión a la parrilla: choripaneada a metros del Madre de Ciudades, recuerdos de barrio y críticas al presente del club.

FELICES. Los hinchas posan junto a la parrilla a minutos para el inicio del partido. FELICES. Los hinchas posan junto a la parrilla a minutos para el inicio del partido. Foto de Osvaldo Ripoll/LA GACETA.

En la previa del partido entre San Martín y Güemes, a pocos metros del imponente estadio Madre de Ciudades, un grupo de amigos decidió honrar la tradición más genuina del hincha: reunirse alrededor de una parrilla improvisada y compartir una choripaneada. El humo, el fuego, el olor y la charla se mezclaban con la ansiedad por el partido. Entre bromas y anécdotas, uno de ellos rompió el hielo.

“No hay nada más lindo que viajar para ir a ver al equipo de tus amores”, dijo Gustavo Chico, mientras intentaba coordinar quién hablaría frente al micrófono. La grabadora intimidaba, pero no tanto como el orgullo que sentían por estar ahí.

La organización de la movida no fue improvisada, aunque el asado sí. Cuando se enteraron, semanas antes, de que se permitiría el ingreso de “neutrales”, no lo dudaron.

“Hace un mes me habían contado de que iban a permitir que vayamos. No lo dude mucho y le avise a los muchachos”, relató Chico, uno de los más locuaces del grupo. Son amigos de toda la vida y ya compartieron viajes a Córdoba, Jujuy, Rosario y La Rioja. Esta vez, la logística fue sencilla: un solo auto. “Hoy compramos todo así improvisado, pero de que se cumple, se cumple”, contó, entre risas, mientras acomodaba las bolsas sobre el capó.

La amistad entre ellos nació en el barrio Parque Sur, y lleva más de dos décadas. “Hace 26 años que nos conocemos. Desde que tenemos cuatro años”, explicó Cristian Wilson. Más allá del fútbol, el ritual de encontrarse, compartir la comida y planear el ingreso al estadio es parte esencial de la pasión.
“Si no hay previa, no hay partido, no hay nada”, resumió Lautaro, entre tragos y bocados de pan.

Cuando se les preguntó por el presente futbolístico del equipo de Ariel Martos, la respuesta tiene matices. Hay ilusión, pero también algo de cautela. “Obvio que toda la vida te va a volver a ilusionar, pero lo veo un poquito menos ilusionado que otros años”, confesó Gustavo. 

La herida del año pasado aún duele en parte de la hinchada, pero para él es un capítulo cerrado. “Terminó el partido de Rosario y ahí no más tenés que dar vuelta la página”, opinó, sin vueltas.

"Nos están cobrando el triple", se quejó el fanático

La expectativa para esa tarde en el Madre de Ciudades era clara: ver un estadio repleto de fanáticos del "Santo", aunque sin colores. “Después de que nos están cobrando el triple, por lo menos dejá que entren con la camiseta para armar la fiesta”, se quejó Chico, en referencia a la prohibición de ingresar con camisetas o banderas del club.

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