El reloj con calculadora podría ayudar a revelar la identidad del cuerpo hallado junto a la casa de Cerati

Un reloj Casio CA-90 hallado junto a restos óseos en una casa de Coghlan podría ser la pieza clave para resolver un crimen ocurrido entre los años 80 y 90. La Justicia investiga la identidad de la víctima y las circunstancias del hecho.

El reloj con calculadora podría ayudar a revelar la identidad del cuerpo hallado junto a la casa de Cerati El reloj con calculadora podría ayudar a revelar la identidad del cuerpo hallado junto a la casa de Cerati
03 Julio 2025

Un esqueleto enterrado, un reloj Casio con calculadora y una vieja casa que alguna vez fue refugio musical de Gustavo Cerati. Las piezas parecen sacadas de una novela policial, pero son parte de un caso real que conmociona al barrio porteño de Coghlan y mantiene en vilo a la Justicia.

Todo comenzó durante las obras de demolición de una casona ubicada en Avenida Congreso al 3700, en el terreno donde funcionó una vivienda alquilada por Cerati entre 2002 y 2003. Sin embargo, el descubrimiento no ocurrió en ese solar, sino en la propiedad lindera: un jardín de una casa de dos plantas, donde vive una mujer mayor desde hace décadas. Allí, ocultos entre la tierra y la historia, fueron encontrados restos óseos humanos que, tras las primeras pericias, revelaron señales de una muerte violenta.

Una pista con teclas: el reloj que habla del pasado

La pista más reveladora no fue un hueso ni una cicatriz antigua, sino un objeto que aún hoy genera nostalgia: un reloj Casio CA-90, aquel modelo popular de los años 80 que además de funcionar como calculadora incluía un rudimentario videojuego. Fabricado recién a partir de 1982, este accesorio tecnológico permitió a los peritos acotar el rango temporal de la muerte: el crimen no pudo haber ocurrido antes de esa fecha.

El reloj, aún conservado junto al cuerpo, indica que la víctima era un varón adolescente, probablemente enterrado entre los años 1982 y 1990. La Policía Científica descartó rápidamente que se tratara de un entierro antiguo vinculado a la iglesia Santa María de los Ángeles, que décadas atrás ocupó buena parte de la manzana y cuyas tierras fueron loteadas con el tiempo.

Un hallazgo que remueve memorias

El hallazgo sumó atención mediática por el pasado ilustre del predio vecino, donde se realizaban reuniones musicales bajo la dirección artística de Gustavo Cerati. "Era un lugar de encuentros, pasaron músicos como Charly García, Spinetta, Hilda Lizarazu, Fito Páez", recordó la artista Marina Olmi, antigua propietaria de la casona, en una entrevista con TN.

No obstante, la investigación apunta a la propiedad colindante: el cuerpo estaba del lado del jardín de la vivienda de Congreso 3742, donde, según vecinos, vive una mujer mayor desde hace cuatro décadas. Por ahora no hay sospechosos ni personas imputadas, aunque la Fiscalía no descarta ninguna línea.

Junto al reloj, el Equipo Científico también halló una llave tipo Trabex de doble paleta y un llavero naranja muy simple, como los que entregan en cerrajerías. Esos elementos están siendo analizados por el fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación, en conjunto con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

La ciencia detrás de los huesos

El EAAF, reconocido internacionalmente por su trabajo en la identificación de desaparecidos durante la última dictadura militar, ya se sumó al caso. Su experiencia en reconstruir historias borradas por la violencia será fundamental para establecer la identidad del joven y, eventualmente, el contexto de su muerte.

La hipótesis de un crimen se fortalece con el paso de los días. Los restos no sólo muestran señales compatibles con una muerte violenta, sino que fueron enterrados sin ningún tipo de marcador ni intento de registro. Como si alguien hubiese querido borrar toda huella. Pero el reloj, la clave de esta historia, se negó al olvido.

Comentarios