03 Julio 2025
En un escenario marcado por tensiones bilaterales, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a Buenos Aires para participar en la cumbre del Mercosur. Sin embargo, la visita que captó mayor atención es la que realizará a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple prisión domiciliaria tras ser condenada en la causa "Vialidad".
Lula se convertirá en el primer jefe de Estado en visitar a Fernández de Kirchner desde su condena, un gesto que analistas políticos consideran de alto valor simbólico. Esta reunión, que se producirá en medio de la cumbre del Mercosur, subraya las afinidades ideológicas entre ambos líderes y, al mismo tiempo, pone de relieve la relación distante entre Lula y el presidente argentino, Javier Milei.
La relación entre Milei y Lula estuvo marcada por diferencias ideológicas y declaraciones confrontativas. Milei criticó a Lula en el pasado, y no hubo una reunión bilateral oficial durante la visita de Milei a Brasil el año anterior. En contraste, la visita a Fernández de Kirchner, en este contexto, se interpreta como un claro mensaje político.
La campaña "Cristina Libre"
Este encuentro también evoca la campaña "Cristina Libre", inspirada en el movimiento "Lula Livre" que impulsó la liberación del presidente brasileño durante su encarcelamiento. Si bien Fernández de Kirchner no visitó a Lula en prisión, Alberto Fernández sí lo hizo antes de su candidatura presidencial.
La visita de Lula a Fernández de Kirchner, en un momento de vulnerabilidad política para la expresidenta, puede interpretarse como un acto de respaldo personal y político. Más allá de la relación tensa con Milei, este gesto de Lula reafirmará lazos históricos y afinidades ideológicas en la región, al enviar una señal de que las lealtades políticas en América del Sur pueden trascender las coyunturas y los cargos.
Además, la reunión romperá el aislamiento político que atraviesa Fernández de Kirchner y redefine el panorama de alianzas en el continente.
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