El encuentro Experiencia Innovación Sostenible, planteado para hacer un análisis de los desafíos de la vida contemporánea y las formas de llevar a la acción las ideas, dejó mucha tela para cortar. Enfocado desde el desarrollo de lo personal en función del conjunto y de la necesidad de pasar a la acción, el evento ayudó a la exposición de ideas novedosas, como es sostener que ya no se trata sólo de hacer diagnósticos sobre lo que el hombre le hace a la naturaleza sino de cómo la naturaleza lleva al hombre a vivir con las nuevas realidades y qué es lo que se debe hacer, así como observar que no se trata sólo de tomar conciencia sino de “desaprender, revisar prácticas y construir nuevas formas de acción” y de mantener los cambios de manera recurrente.
Sofía Contreras, la fundadora de Mastery Haus, habló de “pasar a la acción” y se enfocó en la constancia, en entender que la vida se compone de los días regulares y no de los excepcionales; que hay que encontrar los micropropósitos de cada jornada y mantener el foco en el hoy, en lo inmediato “porque no sabemos dónde nos va a llevar la vida”. Ramiro Casoliba, coordinador de INTI - NOA, añadió que “hay que romper la zona de confort y buscar alternativas; pero no lo podemos hacer solos, sino con un modelo asociativo y colaborativo”. Explicó que ellos siguen “la filosofía japonesa de mejora constante, con cambios cortitos que se hacen grandes al final” y dijo que hace falta formarse en los desafíos de estos tiempos. Puso el foco en el aprovechamiento integral de la energía y advirtió de la necesidad de la colaboración entre instituciones y los gobiernos, que son clave en lo legal y regulatorio. Además, dijo Walter de Marco, de Decu3, “toda transformación sostenible abarca lo cultural” y, en el caso de la energía, definió que hay una necesidad de una racionalidad colectiva, de que haya usuarios eléctricos que sean productores, no sólo consumidores, para que se ayude a reducir la demanda y la presión sobre el sistema.
Hubo miradas disruptivas sobre la forma en que el ambiente ha comenzado a impactar en nuestras vidas, puesto que ya hemos sobrepasado los límites planetarios y eso se ve en el cambio climático, la pérdida acelerada de biodiversidad, la contaminación del agua, del aire y del suelo y la sobreexplotación de recursos naturales. Por ello se plantea prepararse para los desafíos estructurales que se avecinan y por ello ser sostenibles implica ser inteligentes, adaptarnos y colaborar.
Agustina Besada, de Unplastify, que dijo “la relación humana con el plástico está fuera de control”, describió acertadamente que “la basura es un error de diseño; en la naturaleza no existe, todo se regenera, las hojas son nutrientes. Es un concepto nuevo, humano y desde el diseño podemos repensar este problema”. La experta insistió en el criterio de que “la conciencia no mueve nada si no se pasa a la acción. Convencer de a uno para tener impacto real, pasar de lo individual a lo sistémico para afectar la vida de los otros”.
Rodrigo Rodríguez Tornqist, de Fundación Revolución 21, citó la encíclica Laudato Si, donde el papa Francisco recordaba que cuidar el planeta implica transformaciones profundas en nuestros estilos de vida, en la economía y en las estructuras de poder.







