Rodríguez Tornquist en el arranque de "Experiencia Innovación Sostenible": "Ser sostenibles implica ser inteligentes, adaptarnos y colaborar"

El director Ejecutivo de la Fundación Revolución 21 fue uno de los primeros en disertar en el hotel Hilton. Seguí en vivo el evento.

OBJETIVO. Rodríguez Tornquist apuesta por dejar de lado una falsa dicotomía: ambiente vs desarrollo. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO OBJETIVO. Rodríguez Tornquist apuesta por dejar de lado una falsa dicotomía: ambiente vs desarrollo. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

Las fotos de las últimas inundaciones en Tucumán, en Bahía Blanca y en Zárate, Buenos Aires, fueron el puntapié inicial de la charla que dio Rodrigo Rodríguez Tornquist, director Ejecutivo de la Fundación Revolución 21 y ex secretario de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación de la Nación (2020-2021), durante la jornada “Experiencia innovación sostenible”, que se desarrolla en el Hotel Hilton Garden organizada por LA GACETA. Según el especialista, la crisis ambiental ya no es solo eso: es humana, económica y estructural.

En su exposición, señaló que durante décadas, los expertos en sostenibilidad han intentado alertar sobre el impacto de las actividades humanas en el ambiente. Pero hoy la agenda cambió: el ambiente ya comenzó a impactar de lleno en nuestras vidas. Desde 2024, la ciencia advierte que hemos sobrepasado seis de los nueve límites planetarios, puntos de no retorno que alteran el funcionamiento del sistema terrestre, explicó. “El sistema planetario no funciona igual, no hay vuelta atrás. Ojalá fuese solamente cambio climático. Ya nos pasamos de la raya porque estamos en 1,5 grados de diferencia con respecto a 1850, la temperatura preindustrial, y eso nos pone ante la evidencia de que ya vamos o ya estamos enfrentando fenómenos climáticos cada vez más intensos y más recurrentes y más riesgosos. Pero el problema no es solamente ese, sino que estamos perdiendo biodiversidad”, alertó.

El cambio climático, la pérdida acelerada de biodiversidad, la contaminación del agua, del aire y del suelo, y la sobreexplotación de recursos naturales forman un cóctel de crisis interconectadas. En Argentina, por ejemplo, los ríos presentan niveles récord de polución, y en la sangre de las personas ya se detectan microplásticos. Estos desequilibrios ambientales están relacionados con la aparición de nuevas enfermedades, más autoinmunes y más agresivas, precisó

Pero la advertencia no termina ahí. Para Tornquist, en un mundo de 8.400 millones de personas, el modelo de consumo actual es insostenible. La demanda de recursos supera la capacidad del planeta, y ni siquiera la tecnología -en plena “adolescencia digital”- parece estar siendo utilizada con la prudencia necesaria. La inteligencia artificial, como muchas innovaciones, se adopta rápidamente sin evaluar del todo sus riesgos, dijo.

Al mismo tiempo, el ex funcionario señaló que el mundo atraviesa una etapa de alta inestabilidad geopolítica: múltiples guerras regionales activas, tensiones crecientes y advertencias oficiales -como la de la Unión Europea- que instan a sus ciudadanos a prepararse para escenarios extremos como catástrofes climáticas o conflictos armados.

Frente a este panorama, los países están reforzando sus políticas industriales, cuidando sus recursos naturales, sus territorios y su producción estratégica. “En este contexto, la sostenibilidad ya no se trata solo de proteger el ambiente, sino de prepararse para los desafíos estructurales que vienen: escasez de recursos, cambio climático, desigualdad, desinformación y los riesgos que la propia tecnología representa”, insistió.

"Ser sostenibles implica ser inteligentes, adaptarnos y colaborar"

Ser sostenibles, según remarcó, implica ser inteligentes, adaptarnos y colaborar. La sostenibilidad ya no es un ideal ecológico, sino una necesidad estratégica para la supervivencia y la estabilidad social, política y económica. La verdadera riqueza de las naciones no puede seguir midiendo solo capital financiero o humano: debe incluir también al capital natural, sin el cual no hay futuro posible, precisó.

AUDITORIO COMPLETO. Los participantes del evento AUDITORIO COMPLETO. Los participantes del evento

“Lo que está planteando el Banco Mundial, el Fondo Monetario y la redefinición del sistema financiero internacional, es que tenemos que integrar el valor de la naturaleza como parte central de la generación de nuestro valor. ¿Qué sería de Tucumán sin la tierra, el clima, el agua?”, planteó.

El experto reiteró: la crisis ambiental ya no es una amenaza futura, sino una realidad urgente que exige respuestas colectivas. La apatía y  la queja o mirar para otro lado ya no son opciones válidas: el cambio depende de cada uno de nosotros, resaltó.

Para finalizar, citó de la encíclica Laudato Si’, donde el Papa Francisco recuerda que cuidar el planeta implica transformaciones profundas en nuestros estilos de vida, en la economía y en las estructuras de poder. En esa línea, el llamado es a “hacer lío”: sacudir las ideas establecidas, atreverse a pensar distinto y construir, con amor y compromiso, nuevas formas de enfrentar los problemas. La sostenibilidad requiere valentía, creatividad y sobre todo humanidad. Solo si colaboramos, soñamos juntos y actuamos con esperanza, podremos imaginar y construir un futuro mejor, cerró.

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