Esteban Aragón esperó al plantel en la llegada al hotel Continental. @tucumanoenbsas
LA GACETA en Buenos Aires
Esteban Aragón es un tucumano en Buenos Aires. La distancia y el paso del tiempo no hicieron que perdiera sus costumbres: es fanático de Atlético y lleva el escudo a todos lados. Además de ser integrante de la peña Luis Miguel Rodríguez, es conocido por recibir al plantel de Primera cada vez que juega en Capital Federal. Siempre está parado en la puerta del hotel Continental, donde habitualmente se hospeda el “Decano”, y aprovecha para tomarles fotos a los jugadores. Pero la última visita se volvió viral. ¿Por qué? Porque apareció con la camiseta nueva mucho antes de la presentación oficial e, incluso, fue quien hizo que los propios futbolistas tuvieran su primer contacto con la nueva piel.
“En uno de los grupos de WhatsApp se compartió la información de que ya estaban vendiendo la nueva camiseta el jueves pasado. Subieron las fotos que después se publicaron también en Tucumán. Ese día yo trabajaba, así que no pude ir a ver si era cierto. El viernes, como salí más temprano, me fui hasta Malabia 677, en Villa Crespo, al local ‘Camisetas Nani’ (el mismo que filtró la camiseta original días antes). Fui al negocio, más que nada, para avisarles a los ‘Decanos’ de los grupos de WhatsApp de Buenos Aires que administro, y también al grupo de la peña”, relató.
Según Aragón, la camiseta se vendía a $100.000 en efectivo, con un recargo tanto por transferencia como por pago con tarjeta. “Estaba afuera del local subiendo los datos a los grupos, cuando me empezaron a llamar y a preguntar todos por la camiseta. Y ahí dije: ‘ya fue, la compro’”, explicó.
Después de eso, Esteban se sacó fotos con la nueva pilcha en el Obelisco y, más tarde, fue a esperar al plantel en la puerta del hotel. “Sabía que llegaban en dos tandas”, indicó, en referencia a que el “Decano” se dividió en dos grupos para viajar a Buenos Aires. Una curiosidad es que no aparece en ninguna de las imágenes. ¿Por qué? “Primero que nada, discuto con muchos hinchas en las redes y, lo más importante, es que voy a todas las canchas como infiltrado. Por eso no quiero que sepan mi identidad”, aclaró.
Cuando los jugadores comenzaron a llegar, hizo un vivo en Instagram desde su cuenta. “El primero fue Leandro Díaz. Le hablaba, le mostraba la camiseta y me decía: ‘Bien, bien, está hermosa’. Otros jugadores ni entendían cómo ya la tenía y me preguntaban cómo hice. Les gritaba que en ese lugar que les dije la estaban vendiendo (también tenían la azul, pero no la vendían, no sé por qué). Se acercó Sebastián Longo, agarró la camiseta y me dijo que le gustaba. La miraba, la tocaba, y comentó que la publicidad de Caja Popular ‘le parecía alta’. Otros jugadores gritaban ‘¡está linda!’ mientras Longo la tenía en la mano”, contó.
“Después vino el gerente (Hugo) Bermúdez y se sacó fotos con la camiseta porque no la había visto todavía. Me hizo la misma pregunta: cómo la conseguí. Más tarde llegaron los utileros. Les conté también y se pusieron a revisar la camiseta más a fondo. Hablamos de los termosellados y destacaron que volvió el celeste original de la camiseta”, agregó.







