EL ÚLTIMO GOLPE. Uno de los miembros del clan Uñate después de haber sido detenido por la Didrop Sur por tener un “quiosco” de venta de drogas.
Aguilares, otro de los municipios atravesado por la ruta narco del sur, tiene una situación diferente a las otras ciudades que sufren por esa situación. Durante años fue escenario de una sangrienta disputa por el dominio territorial. Los clanes están bien identificados y desarticulados, pero sus integrantes reinciden una y otra vez. Fue en el primer lugar donde surgieron fuertes vínculos entre el fútbol y el narcomenudeo generando un cóctel de violencia que fue desarticulado. Ahora se sospecha que es el sitio elegido para lavar los activos que generan las actividades ilícitas.
“Hace más de 10 años que en Aguilares la droga está enquistada. Hay mucha gente que se enriqueció vendiendo porquerías. Algunos dicen que tenían mucha banca, pero nunca se llegó a probar nada”, explicó Luis Castillo, habitante de la llamada “Ciudad de las Avenidas”. “El problema es que los años pasan y hay cada vez más jóvenes perdidos por las drogas”, añadió el hombre.
Fernanda Tolaba, trabajadora rural que va de una localidad a otra por su trabajo agregó: “aquí cada vez es más común descubrir que el vecino, el amigo de tu esposo, el hijo de tu primo y la hija del verdulero ha caído en la droga. Si eso pasa es porque hay más lugares donde se puede conseguir”.
Enfrentamientos
Aguilares en los últimos 10 años fue escenario de cruentos enfrentamientos. La “guerra” que protagonizaron “Los Pibes de la Villa” y “Los Coriofo” por el poder de la barra de Deportivo Aguilares y por el dominio territorial dejó un saldo de al menos 15 muertos. También hubo profanación de tumbas, balaceras a domicilios de los integrantes de ambas facciones y denuncias de que ambos grupos recibían apoyo de diferentes líderes políticos, versiones que nunca fueron probadas y siempre desmentidas.
“Recuerdo que esos años fueron muy difíciles porque no podías salir a la calle. Estos changos andaban en patota y donde se encontraban, se agarraban a los tiros. La violencia que se vivió en esos tiempos fue impresionante”, destacó Julio Medina.
UN SÍMBOLO. El espantapájaros descubierto en un plantío de marihuana.
Martín Castells era el líder de “Los Coriofo”. Fue detenido al menos cinco veces por la Digedrop por comercialización de droga. Una de ellas tuvo repercusión a nivel nacional. El acusado había colocado un espantapájaros en el plantío de marihuana que tenía en el barrio Independencia. En su última caída, el hombre que dijo ser empleado municipal y por la entonces intendente Elia Fernánde de Mansilla desmintió categóricamente, anunció que se acogería a la ley de testigo arrepentido para contar todo lo que sabía. Nunca lo hizo y esa información se llevó a la tumba porque falleció cuando comenzaba a gozar de la libertad condicional.
En la otra vereda estaban Los Uñate, vinculados al sindicalista y el ex legislador Roberto Pallina, un clan que además de estar involucrado en la comercialización de drogas, sus integrantes fueron procesados y condenados por lesiones y homicidios.
A fines de abril, en un procedimiento realizado por la Digedrop Sur, volvieron a detener a varios de sus miembros y desarticularon al menos cuatro quioscos que vendían drogas. Entre los arrestados aparecía Lorena Alanis, ex pareja de Castells. Las reglas del narcomenudeo son tan extrañas que los que en algún momento eran enemigos, terminan trabajando juntos.
“El problema es que los guardan y los competidores se hacen más fuertes. Es una historia de nunca acabar y la joda sigue en nuestra querida ciudad”, sostuvo Jorge García, vecino de esa ciudad.
Aporte
Aguilares tiene otra particularidad. Es el único municipio que cuenta con cuatro fuerzas para frenar el avance narco. Además de la guardia urbana, la Policía de la provincia recibe la colaboración de la Policía Federal y Gendarmería Nacional. Según confiaron fuentes de las fuerzas, la dinastía Mansilla no sólo logró contar con su presencia en la ciudad, sino que además colaboró con recursos para que continúen operando allí.
Los gendarmes apostados en esa ciudad, son claves en el control de la llamada “Ruta de los Valles”. En operativos ocasionales registrados en Quilmes y Colalao del Valle, secuestraron en lo que va del año 317 kilos de cocaína. En ese camino narco, con los 201 kilos de ese estupefaciente decomisado el lunes en Cafayate, ya son al menos 824 kilos de “merca” incautados en lo que va del semestre. En todo 2024, fueron 325 los kilos de esta droga hallada en los procedimientos.
Los habitantes del municipio no dudan que la presencia de tantos uniformados tuvo sus efectos positivos. “Se acabaron los enfrentamientos y el nivel de violencia. Por supuesto que eso no alcanza, tienen que sacar a todos los delincuentes que venden droga. Ahí estaremos en paz”, sostuvo Fernando Heredia. La intendente Jimena Mansilla no atendió las llamadas de LA GACETA para que diera a conocer un balance sobre la presencia de las fuerzas en la ciudad.
Un giro
Los investigadores creen que en Aguilares está sucediendo otro fenómeno. No sería un centro de acopio de estupefacientes, sino un lugar en el que se habrían radicado algunas empresas que podrían ser fantasmas en el que se lavarían los activos provenientes de la venta de drogas.
“Acá pasa como en Alberdi. Hay mucha gente que no tenía una y ahora son grandes productores o titulares de empresas importantes. Tienen una vida de lujo que genera comentarios”, sentenció Eduardo Pereyra.
En la lista de sospechosos aparece un supuesto transportista de carga que viene siendo investigado desde hace años. Los pesquisas pusieron su atención en él desde el mismo momento en el que subió a las redes sociales una foto en la que aparecía de fondo el helicóptero de Gendarmería Nacional. Esa imagen fue tomada como un claro mensaje de que tenía vínculos con los miembros de esa fuerza.
Fuentes judiciales confirmaron que en una causa por un delito común, habrían descubierto en una de las propiedades una camioneta embargada por una causa narco y que debería estar en poder de GNA para realizar tareas de inteligencia. LA GACETA confirmó que en la Justicia no hay registrada causa alguna sobre estos casos, a pesar de que sí se realizaron actuaciones.
El legislador opositor José Cano, en la sesión en la que se trató la intervención municipal de Alberdi, denunció la grave situación que genera la ruta del sur tucumano. “Hay una distribuidora de pollos que genera sospechas. Funciona en Aguilares y podría ser utilizada para el lavado de activos”, indicó. “Si las autoridades deciden investigar a fondo lo que ocurre en este municipio, se llevarán muchas sorpresas. Es lo único que puedo decir”, sostuvo Mariano Reyes.










