Villa Domínico: cómo es el predio de Independiente donde Atlético Tucumán está haciendo la pretemporada

En el complejo del "Rojo", el "Decano" lleva adelante el plan ideado por Lucas Pusineri y sus ayudantes.

El plantel del Decano está entrenando en Villa Domínico. El plantel del "Decano" está entrenando en Villa Domínico. Benjamín Papaterra/LA GACETA.

LA GACETA en Buenos Aires

En Villa Domínico, el complejo Santo Domingo no es solamente un predio de entrenamiento: es el corazón y el futuro de Independiente. Con una extensión de 30 hectáreas y 12 canchas, este espacio está dedicado al desarrollo físico, futbolístico y humano de uno de los clubes más grandes del país. Allí, Atlético se encuentra realizando su pretemporada de cara al inicio del torneo Clausura. 

“Desde la época de la colonia, esos eran terrenos bajos, de quintas y viñedos, que solían inundarse”, cuenta Jorge Iwanczuk, un historiador del fútbol argentino. Fue recién a mediados de la década del 60 cuando el CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado) comenzó a rellenar la zona como parte de un plan ecológico. Sobre ese suelo inestable, Independiente recibió una fracción en 1968, cuando era modelo de multideporte.

Durante años, el terreno fue rellenado con residuos. “Había explosiones por los gases de descomposición. Reventaban y largaban olor hasta que el terreno se estabilizó”, recuerda. Con la tierra firme, comenzó a tomar forma un centro deportivo para las divisiones juveniles, aunque sin papeles: recién en 2007 el club pudo escriturarlo legalmente.

De estadio frustrado a centro de alto rendimiento

En los años 90, bajo la presidencia de Jorge Bottaro, se intentó mudar el estadio de Avellaneda a Villa Domínico. “La idea era un estadio modelo, como el de Barcelona de Guayaquil”, revela Iwanczuk. El proyecto no prosperó, pero el complejo continuó creciendo. Hoy, allí se entrenan la Primera, la Reserva y las Divisiones Inferiores. Además, funciona una pensión que aloja a 44 chicos de todo el país.

El predio cuenta con 12 canchas de juego, vestuarios de primer nivel, gimnasio, utilerías, lavandería, confitería, oficinas, salas de prensa y estacionamientos. La Fundación Gabriel Milito colaboró activamente en las mejoras, al igual que Sergio “Kun” Agüero, quien ayudó a construir la pensión juvenil.

“Durante el descenso, el predio estaba venido abajo. No tenía alambrado, se metía cualquiera a jugar. Un desastre”, resume Iwanczuk. La recuperación llegó durante la gestión de Hugo Moyano: se levantó un muro perimetral, se reacondicionaron las canchas y se mejoraron las instalaciones.

Hoy, Santo Domingo es un modelo. “Hay muchas canchas, entrena la Primera y las Inferiores. Cuando se televisan partidos juveniles, se ve el trazado de la autopista a La Plata”, dice con orgullo.

Villa Domínico no es el único predio clave en la estructura deportiva del club. “El complejo de Wilde es de la misma época. Se compró con bonos patrimoniales. Era más grande, pero la autopista a La Plata le comió una parte”, explica Iwanczuk.

Santo Domingo se suma a otras sedes fundamentales: la de Avellaneda, el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, la sede en Capital Federal y el propio complejo de Wilde. Pero Villa Domínico guarda algo especial: es la casa donde se cultivan los sueños de quienes quieren vestir la camiseta roja.

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