Hizo las formativas en San Martín, trabaja con su papá cortando el césped y fue citado a la pretemporada de Atlético Tucumán

Hizo las formativas en San Martín, trabaja con su papá cortando el césped y fue citado a la pretemporada de Atlético Tucumán

Con 19 años, el lateral Agustín Gálvez avanza paso a paso en su sueño de ser futbolista profesional mientras ayuda a su papá en tareas cotidianas.

Agustín Gálvez está en su primera pretemporada con Atlético Tucumán. Benjamín Papaterra/LA GACETA.

LA GACETA en Buenos Aires

Agustín Gálvez tiene una meta clara: ser futbolista profesional. Esa convicción lo impulsa cada día a seguir luchando por su sueño. Más de una vez, ese impulso lo llevó a caminar el trayecto que une la rotonda del Pie del Cerro con el complejo José Salmoiraghi. Esa ambición alimenta un fuego interior que lo empuja a hacer miles de esfuerzos para entrenar: desde trabajar con su padre cortando césped hasta dejar otros anhelos de lado para que su vida gire en torno a botines y pelotas. No importa la camiseta, los colores o la posición: está decidido a vivir del fútbol. Por eso, la citación a su primera pretemporada con el plantel de Primera de Atléticofue un mimo, una caricia, una señal de que va por buen camino. Y, sobre todo, una experiencia que marca un salto en su crecimiento.

Gálvez tiene 19 años y, hasta hace menos de un mes, jugaba en Cuarta. La posibilidad de llegar a Primera la veía lejana: ni siquiera había sumado minutos en Reserva. Pero la necesidad de Lucas Pusineri de contar con variantes por las bandas lo llevó a entrenar con el plantel superior.

“Es una gran oportunidad y tengo que aprovecharla al máximo. Lo más difícil es adaptarse a la intensidad. De Cuarta a Reserva ya hay un cambio, y de Reserva a Primera también. Los pases son muy firmes y rápidos. Y los jugadores también. Yo soy lateral, y los extremos son rapidísimos, así que tuve que empezar a acomodarme en la marca”, contó en diálogo con LA GACETA.

Es uno de los cuatro futbolistas que, por primera vez, afrontan una pretemporada con el plantel profesional. Agustín Franco, Ezequiel Godoy y Juan Pablo Posse completan la lista de debutantes.

Una de sus principales virtudes es la versatilidad: puede jugar tanto por la banda derecha como por la izquierda. Maneja con naturalidad ambos perfiles. Incluso, pese a ser diestro, en el último amistoso frente a Independiente jugó como lateral izquierdo.

Para Gálvez, la presencia de Pusineri es fundamental. El técnico es un referente en su camino, algo que se nota en cada entrenamiento. Le marca detalles a mejorar, lo aconseja y lo acompaña en su desarrollo. “Tenemos una muy buena relación desde el primer momento que entrené con Primera. Me aconseja mucho. A veces le pregunto si está bien hacer ciertas cosas y, si me da el visto bueno, las hago. Me llevo muy bien con él”, dice.

¿Quién es Agustín Gálvez, el joven que fue subido de la Cuarta a la Primera de Atlético Tucumán?

Gálvez vive en San Javier. El amor por el fútbol lo heredó de su abuelo, quien lo inspiró a entrenar en un club y lo anotó en San Martín cuando tenía apenas cuatro años. Estuvo en el “Santo” hasta antes de la pandemia y gran parte de su formación la hizo en el complejo Natalio Mirkin. También pasaba todas sus tardes en la cancha del club Juventud Unida de San Javier, justo al lado de su casa.

“Mi abuelo fue quien siempre me llevó a entrenar, junto con mi papá. Falleció hace dos años. Nunca olvidaré todo lo que hizo por mí. Incluso cuando viajaba, me seguía. Después me llevaba en colectivo. Mi papá trabajaba mucho y mi abuelo me esperaba para llevarme a entrenar. Cuando se enfermó, empecé a ir con mi papá”, relata.

La pasión por el deporte le viene de familia. Su padre, Luis Antonio Gálvez, fue futbolista y hoy es uno de los referentes provinciales en las carreras de aventura. Jugó en la Primera de San Martín en la Liga Tucumana, pero su historia como atleta no se detuvo allí: lleva más de 25 años ligado a las carreras de aventura y en 2013 fue distinguido por LA GACETA como uno de los mejores deportistas del año. “Lo más lindo que puede pasar en la montaña es compartir con los hijos. Es como ganar un Mundial”, dijo en una entrevista en 2016, cuando Agustín apenas empezaba a dar sus primeros pasos con la pelota.

RECUERDO JUNTO A SU PADRE. Agustín corrió en más de su ocasión carreras de aventura con su papá Luis.

“Me sirvió mucho salir a correr con mi papá y hacer ese tipo de entrenamiento porque mejoró mucho mi condición física”, apunta Agustín.

Luis, además, trabaja en la comuna de su localidad como albañil y es portero en la Universidad. También realiza tareas de mantenimiento en casas. “Más de una vez lo acompañé a cortar el césped en algunas casas”, cuenta Agustín.

Tras el descenso del “Santo” a la Primera Nacional en 2019, Gálvez se desmotivó: la pérdida de las divisiones juveniles de AFA representó un retroceso. En 2021, se probó en Atlético. “No quería ir, pero mi papá me insistió. Me fui un lunes a la mañana, llegué temprano, todavía no había nadie. Jugué diez minutos y me hicieron quedar. Desde ese día no paré más”, resume.

“A veces me tenía que bajar en la rotonda del Pie del Cerro e ir caminando hasta el complejo para llegar a los entrenamientos. Ahora, hay compañeros que me buscan desde ahí”, agrega.

El año pasado intentó estudiar Educación Física, pero la distancia y los horarios de entrenamiento se lo impidieron. “No pude seguir porque vivo lejos y entreno por la tarde. Salía muy tarde de la facultad y no tenía cómo volver. Terminé el secundario hace dos años, de forma virtual, por lo mismo”, explica.

Gálvez tiene el sueño claro, pero sabe que todo es paso a paso. “Me encantaría debutar este año. Hay que trabajar. Antes que mi abuelo falleciera, me dijo que iba a llegar a Primera. Quiero cumplir con eso”, concluye, con la esperanza de cumplir el sueño suyo y el de su abuelo.

Comentarios