Del anonimato a la ovación: un dúo tucumano que encontró su escenario en el parque El Provincial
En una mañana soleada y con espíritu de feriado, entre crocs acolchadas, medias de pingüinos y guitarras en mano, Ramiro Grignola y Agustín Demarchi encontraron su escenario en pleno parque. No tenían nombre como dúo, pero sí tenían lo esencial: una complicidad profunda, una conexión musical poderosa y un repertorio que acaricia el alma.
Se conocieron hace apenas un año, pero la música hizo de las suyas y los unió con la fuerza de quienes comparten algo más que canciones. Ensayan todos los viernes, y aunque usualmente lo hacen puertas adentro, este vienes patrio decidieron salir al sol. Y fue en el parque El Provincial donde los encontró LA GACETA, justo a tiempo para captar esa magia que ocurre cuando dos voces se entienden sin palabras.
El dúo interpreta canciones propias y ajenas con una sensibilidad desarmante. Desde el folklore hasta el rock, lo que los define es la emoción con la que cantan. Ramiro, actor y músico, pone cuerpo y alma en cada nota. Agustín, más cercano a la guitarra desde siempre, va encontrando su voz de a poco, empujado por el empuje escénico de su compañero.
El dúo que sorprendió a los televidentes de LA GACETA Play.
"Nos unió la música", dicen, pero también los une algo más difícil de definir: una especie de delicadeza compartida, una forma de habitar el arte sin apuros ni pretensiones.
A falta de un nombre formal, surgieron ideas en vivo: Los del parque, El dúo magnetizado, Los provinciales, y el favorito del público: Los fundamentalistas de las crocs acolchadas. Ellos simplemente agradecen, sonríen y vuelven a cantar.
La voz dulce de uno, la energía escénica del otro, y el talento de ambos se fusionan en algo que no necesita etiquetas. A veces, lo más bello no tiene nombre. A veces, simplemente suena. Y suena bien.







