La esperada audiencia para el comienzo de los alegatos en el juicio por presuntas irregularidades con obras en la UNT con fondos mineros se llevó a cabo en una curiosa circunstancia: no estaba presente físicamente ninguno de los tres jueces del Tribunal Oral Federal y tampoco se encontraban en la sala los cuatro acusados ni sus abogados. La posibilidad de sistema mixto -presencial y virtual- dio lugar a esta particularidad en este momento definitorio del extenso juicio oral, que ya lleva 13 meses, y que se vio, además, complicado en breves momentos por deficiencias del sistema de audio, tanto en la sala como en los asistentes virtuales.
Estos pormenores, por cierto, no afectan la realización del complejo proceso oral por el que han pasado varias decenas de testigos y peritos a lo largo de 35 audiencias en las que se analizó en profundidad la trama de este caso. Sin embargo, esta particularidad de que los tres jueces no se encontraban en la sala remite al problema casi estructural que tiene la Justicia Federal tucumana, afectada por los cargos vacantes que -incluyendo juzgados, fiscalías y defensorías- representan un 33% del total, y que en el caso del Tribunal Oral Federal es el 100%. Los tres jueces titulares se jubilaron entre 2018 y 2024.
La situación por las vacantes es preocupante desde hace mucho tiempo. En Tucumán hay tres juzgados federales, una fiscalía general y tres fiscalías federales. Pero sólo hay un juez titular, José Manuel Díaz Vélez, que está al frente del juzgado n ° 3, que aún no está en funcionamiento. Este magistrado subroga el Juzgado N° 2, y al frente del Juzgado N° 1 está el juez subrogante de Catamarca Guillermo Díaz Martínez, quien además es juez electoral. En las fiscalías se encuentran sólo dos fiscales -Pablo Camuña, N° 2, y Agustín Chit, N° 3. Y están vacantes la N° 1, subrogada por el fiscal Rafael Alberto Vehils Ruiz, de Catamarca, y la Fiscalía General tras la jubilación de su titular, Gustavo Gómez. Por otra parte, Camuña se encuentra subrogando la fiscalía ante el Tribunal Oral Federal (ya hay llamado para cubrir esta vacante) y su lugar en la Fiscalía 2 lo ocupa Chit, titular de la 3 que aún no está en funciones. En cuanto al Tribunal Oral Federal, las vocalías son subrogadas por Jorge Alejandro Basbús, Ana Carina Farías, ambos de Santiago del Estero, y Enrique Lilljedahl, de Catamarca. La única instancia que está completa es la de la Cámara Federal de Apelaciones.
En el Consejo de la Magistratura se están previendo coberturas para el juzgado federal N° 1 y el N° 2 y para vocalías del Tribunal Oral. El trámite es largo y al final debería pasar al Ejecutivo que, a su vez, enviará las ternas al Congreso para su definición. En marzo pasado, del total de vacantes, el 60% se encontraban en manos del Ejecutivo, y el 40% restante, en trámite ante el Consejo. Las consecuencias del atraso en la cobertura de casos se ven en la acotada y reducida agenda de los tribunales, ya que los jueces subrogantes deben atender causas en sus jurisdicciones además de las que les tocan en Tucumán y eso redunda en una prestación lenta de la Justicia.







