Crece la preocupación por la guerra entre Israel e Irán y su impacto global
La escalada de violencia en Medio Oriente vuelve a encender las alarmas a nivel global. Más allá de las consecuencias directas en la región, especialistas advierten que el conflicto entre Israel e Irán es una señal preocupante del deterioro del orden internacional vigente. Así lo analizaron, en Panorama Tucumano la licenciada en Relaciones Internacionales María José Mazzocato y Leila Mohanna, del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata."El mundo tiene que estar asustado, no solo por este conflicto en particular, sino porque estamos presenciando un cambio profundo en el ordenamiento internacional", advirtió Mohanna. Para la especialista, los organismos multilaterales establecidos “no están funcionando”, lo que refleja un desgaste de las estructuras creadas tras la Segunda Guerra Mundial. “Muchos internacionalistas ya marcan el declive norteamericano. También se habla de potencias revisionistas del orden mundial”, explicó.
En ese sentido, Mohanna remarcó la pasividad del Consejo de Seguridad de la ONU, incapaz de ofrecer respuestas efectivas frente a los últimos focos de tensión: “No son conflictos aislados; hay un orden en declive, en una crisis muy importante, y eso nos tiene que poner en alerta a todos”.
Según la experta, "estamos en un mundo donde el uso de la fuerza se volvió la vedette" y alertó que una eventual intervención directa de Estados Unidos podría empeorar aún más el panorama. “Si Estados Unidos interviene, es probable que la Liga Árabe también se sienta obligada a tomar parte, lo que multiplicaría el riesgo de una guerra regional a gran escala”, señaló. Además, relativizó el peso del factor religioso en esta escalada: “El conflicto no tiene en su meollo una cuestión religiosa, como a veces se simplifica, sino que responde a disputas de poder y de ordenamiento global”.
Por su parte, María José Mazzocato sostuvo que "el mundo está claramente polarizado por la aparición de nuevas potencias" y advirtió que la guerra actual “está al borde de convertirse en una guerra abierta” de proporciones mayores. “Fue una de las escaladas de violencia más rápidas que hemos visto en los últimos años”, afirmó.
La preocupación no se limita a Europa o Asia: "América Latina también está en alerta", advirtió Mazzocato, recordando que en un escenario globalizado ningún país o región queda al margen de las consecuencias políticas, económicas o sociales de una crisis internacional de este tipo.
Ambas especialistas coincidieron en que la fragilidad del sistema internacional multiplica la incertidumbre y vuelve impredecible la evolución del conflicto. El mundo entero observa con inquietud los próximos movimientos de los actores involucrados.