17 Junio 2025
Owen Jackson y su esposa.
Owen Jackson debía viajar en el fatídico vuelo de Air India que se estrelló poco después del despegue, pero una decisión de último minuto lo salvó. A cinco días del trágico accidente aéreo en India que enlutó al mundo, la historia de Owen Jackson emerge como un relato de fortuna y asombrosa casualidad.
Este pasajero, que originalmente tenía un boleto en el vuelo AI-171, cambió su reserva por motivos laborales, y escapó así de un destino fatal. "Es un shock total", confesó Jackson al conocer la noticia del accidente. Pero su experiencia se ve marcada por una inquietante coincidencia: su asiento original era el 11A, el mismo ocupado por Vishwash Kumar Ramesh, el único sobreviviente del peor desastre aéreo en la historia de la India.
Jackson, un británico de 31 años, había viajado a la India por trabajo y tenía previsto regresar el jueves 12 de junio en el vuelo que se estrelló, y que le costó la vida a casi todos sus ocupantes. Sin embargo, por consejo de sus colegas, pospuso su regreso para completar algunas tareas pendientes, y reservó un nuevo vuelo para el sábado 14.
"Estoy inmensamente agradecido; es una coincidencia extraña. A veces oyes hablar de accidentes aéreos y no le das mucha importancia, pero cuando se trata del avión en el que podrías haber estado dos días después, te hace reflexionar", declaró al periódico The Sun.
Pero la coincidencia más escalofriante estaba por revelarse: su nuevo boleto lo ubicaba precisamente en el asiento 11A, el "asiento del milagro". "Mi mayor emoción es el agradecimiento por haber tomado esa decisión", añadió, visiblemente conmovido.
El terror de la espera
Sin saber del cambio de planes de Owen, su familia vivió momentos de angustia inimaginables al enterarse del accidente. Pasaron dos horas de desesperación, imaginando lo peor, hasta que pudieron contactarlo.
"No revisé mi teléfono durante dos horas después del accidente y la noticia. Fui de los últimos en enterarme, porque estaba en reuniones justo cuando todo sucedió", explicó Owen.
Su esposa describió el terrorífico momento: "Fue surrealista. Era como estar en un sueño, pero no un sueño del que esperas despertar, sino uno del que te pellizcas una y otra vez y sigues atrapado. Estaba dando clases a niños y solo intentaba que no notaran mi angustia".
"Durante días, rompía a llorar sin motivo. Lo que sentimos no es nada comparado con el dolor de las víctimas y sus familias. Les pido perdón por ello, es horrible". Su testimonio refleja la profunda conmoción de una familia que rozó la tragedia y la gratitud inmensa por el milagroso escape de Owen.
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