La huella dactilar más antigua conocida hasta ahora.
Desde la Eurasia del Paleolítico Medio, hace unos 43.000 años, los homínidos que estaban aprendiendo a adaptarse al frío lograron dejar una huella que llegó a los días modernos de la inteligencia artificial. Arqueólogos publicaron en un estudio un hito trascendental: una huella de neandertal extinto que parece ser una forma temprana de arte.
En un artículo publicado en Archaeological And Anthropological Science, los estudiosos detallaron el hallazgo de la huella dactilar humana más antigua conocida hasta ahora. Impresa en una roca, se cree que fue hecha intencionalmente por un neandertal hace 43.000 años, que parece haber estado intentando pintar un rostro humano.
La huella dactilar más antigua
Los expertos hallaron la marca en una pequeña piedra de granito con pigmento ocre rojo, en un refugio rocoso de San Lázaro, en el centro de España. Se cree que este material proviene del río Eresma y fue trasladado hasta ese destino. Los estudiosos creen que el neandertal intentaba pintar una cara en el guijarro, lo que representa una posible forma temprana de arte.
“Este objeto contribuye a nuestra comprensión de la capacidad de abstracción de los neandertales, sugiriendo que podría representar una de las primeras simbolizaciones faciales humanas de la prehistoria”, escribieron los autores del estudio, una colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid, el Instituto Geológico y Minero de España, la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional y la Universidad de Salamanca.
Una obra de arte
Los autores creen que la huella dactilar se colocó intencionalmente y el pigmento sugiere que se aplicó con la punta de un dedo después de haberlo empapado. "Alguien la sujetó, la pintó y la colocó allí", escribieron los investigadores.
Un aspecto que llamó la atención para los tiempos del Paleolítico Medio es que la piedra no mostraba signos de haber sido usada como herramienta, lo que le confiere una función no utilitaria. “No es solo una huella dactilar; es la firma de un individuo que manipuló este objeto con un propósito que va más allá de lo utilitario”, escribieron los investigadores.
Detalles sobre del descubrimiento
La huella dactilar pintada coincide con la forma del guijarro, lo que sugiere que el neandertal que añadió la huella roja pretendía crear un rostro humano, con ojos, boca y una cresta en forma de nariz.
“Esta roca podría representar una de las abstracciones más antiguas conocidas de un rostro humano en el registro prehistórico ”, escribieron los autores, señalando que podría tratarse de una “pareidolia facial”, el acto por el cual los humanos otorgan a los objetos cualidades humanas.
Posibles motivaciones de la creación
El equipo de investigación utilizó microscopía electrónica de barrido (scanning electron microscopy) y análisis espectroscópicos multiespectrales (multispectral spectroscopy analyses) para encontrar la huella dactilar completa y luego análisis forenses para determinar que debía provenir de un humano. Los análisis detallados de la huella mostraron que fue "inequívocamente atribuida a los neandertales".
Entre las posibles motivaciones, los estudiosos advirtieron que humano introdujo el dedo en el pigmento manipuló la roca intencionalmente con fines no utilitarios, y al llevarla al refugio, el neandertal podría haber estado siguiendo un comportamiento ritualista o simplemente intentando animar un espacio con un toque de arte abstracto.








